Fragmentos de Alma

Casi las seis de la mañana y aún es de noche. Sin levantarme de la cama ya siento frío. Todo está en silencio, menos mi interior. Sé que ha iniciado a nevar antes de mirar hacia afuera. Después de tantos años reconozco esos sonidos ahogados que provienen de la calle cuando comienzan a caer los primeros copos. Igual saldré a caminar, lo necesito.

Me visto rápido; jeans, el jersey a cuello alto y las botas. Me parece escuchar tu voz diciéndome que estoy loca a ponerme tacos con este tiempo…, no importa, no resisto a ellos. Bajo del departamento, ya en la calle enciendo un cigarrillo y parto sin rumbo.

No sé cuánto he recorrido; cuántas vueltas he dado. La ciudad se resiste a despertar. No me he cruzado con casi nadie. No dejo de pensarte. Tus palabras taladran dentro mi cabeza. ¿Qué hay de diferente esta vez? ¿Por qué me cuesta tanto saber qué debo elegir? Tiempo atrás hubiese sido fácil, no habría tenido la más mínima duda. ¿Y hoy? …hoy todo es distinto; yo soy distinta.

Estoy por encenderme otro cigarrillo, pero llego hasta el Parque. Y como una niña, me acuesto sobre el cespéd mojado. Tampoco me importa, quiero ver la nieve caer. Y que me cubra. En mis oídos no deja de sonar la canción: “… ♫ …no se piensa en el verano cuando cae la nieve… ♫ …”

Yo …yo sí pienso en el verano cuando cae la nieve.








(Te recomiendo escuches la canción...)

(Este texto pertenece a los "Relatos Jueveros" y esta semana

la convocatoria fue hecha por Dorotea desde su blog "Lazos y raíces".

Te invito a leer el resto de los participantes aquí!)