martes, 31 de julio de 2018

Encendió un cigarrillo y salió al balcón. Fumaba observando la ciudad fluir. Allí abajo el mundo seguía su ritmo, mientras a él se le detenía. Había dado todo por sentado. Muchas cosas las creyó descontadas, obvias, hasta banales. Creyó que tendría tiempo. Tiempo para hacer, tiempo para decir. Pero no. No lo tuvo, no lo encontró, no se lo hizo. Y ahora todo esto era el menor de sus problemas. Ahora debía encontrar el valor de seguir adelante. Esta vez, solo.


(Este microrelato pertenece a “Reto: 5 líneas” propuesto por Adella Brac.
Las palabras para el mes de Julio: balcón, sentado, menor.)

domingo, 29 de julio de 2018

Podría describirla de mil modos, y no alcanzaría para decir todo lo que significa para mí.

Podría contar que me conoce desde siempre, creo yo que aún antes de habernos cruzado por primera vez, hace ya muchos años.

Podría mencionar esas veces que me vió a tierra, sin fuerzas, y que sin dudarlo, se echó a mi lado y me tomó en sus brazos.

Podría explicar que es una de esas personas sin dobleces, que siempre me ha mirado de frente; que ha tenido el coraje de decirme cualquier verdad.

Podría recordar las veces que viéndome volar alto, sus ojos reflejaron orgullo, y la complicidad abrió sus alas para perseguir juntas los sueños.

Podría resaltar su humildad para reconocer defectos; y, más aún, su gran corazón para aceptarlos y continuar junto a mí en este camino llamado vida.

Podría pero aún así no sería suficiente, por eso sólo diré: TE AMO...

...a vos, a mi Amiga, a mi hermana de la vida: ¡Feliz cumpleaños! ...y todo lo mejor, porque menos no te merecés ❤️


viernes, 27 de julio de 2018

#VDLN - 106


Hoy es un viernes de fiesta.
Hoy es un viernes dedicado a un amigo de esta playa.
Hoy la música es para 
Un detalle para desearte un muy

...y todo lo mejor para ti!!!

jueves, 26 de julio de 2018

La antigua biblioteca del pueblo estaba cada vez más vacía. La gente había perdido el interés en los libros, en la lectura; y la joven bibliotecaria no era de ayuda, era demasiado inexperta.

Esto Ana no podía soportarlo, desde siempre las bibliotecas eran su lugar favorito. Había conocido varias, pero ésta era la del lugar donde nació, donde iban las personas que la habían visto crecer. Por lo que ahora debía encontrar una solución; no podía dejar que su biblioteca cerrara para siempre.

Ana pensó en varias opciones para que la gente volviera a interesarle la lectura; en definitiva, los libros siempre habían sido su pasión. Cuando susurró esas ideas a la bibliotecaria, ésta las tomó como suyas. Entonces se organizaron visitas para los niños de la escuela, y algunas tardes, lecturas compartidas para los adultos. Ana estaba feliz, se paseaba entre ellos, sintiendo cada emoción. Lo que más adoraba era ese instante en que un niño descubría que podía leer solo. Esa maravillosa luz que inundaba sus ojos, la misma que aparecía en los grandes cuando escuchaban una poesía, tal vez la misma con la que habían conquistado al amor de su vida.

Ana no podía ser más feliz. La biblioteca, su biblioteca, volvía a tener vida. Los libros, los relatos, los poemas, cada una de las historias que estaban encerradas allí dentro volvían a ser reales. Y ya no le importaba que no la vieran, ser invisible para todo el mundo, porque ella era entre cada una de las letras. Ella era la esencia de cada palabra, de cada párrafo, de cada verso. Ella era simplemente, Ana.



(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 42: Escribe el relato de una persona invisible
que se cuela en su lugar favorito del mundo.)

Este relato es un pequeño detalle para una amiga,
Auroratris; a la cual aprecio y admiro muchísimo...
Para ti, en tu día, con todo mi cariño...

martes, 24 de julio de 2018

Suena la alarma del celular, pero él ya está despierto desde hace más de media hora, como casi todos los días en los últimos años. O, al menos, desde que tiene memoria. Ahora ya está acostumbrado, superó los ataques de ansiedad y quedó descartada cualquier tipo de enfermedad mental; aunque en un principio era la respuesta más lógica.

Apoyó los pies en el suelo, debía ir a trabajar, y de repente recordó la primera vez que le dijo a su madre lo que le pasaba. Ella no le hizo caso, trató de minimizar y le habló de “amigo immaginario”. Le dijo que era normal y que ya se le pasaría. Pero no, no se le pasó. Era mejor que se apurara o llegaría tarde.

Entró a la ducha, algo rápido; al contrario de lo que pensarían muchos, no le gustaba perder tiempo en ciertos rituales. Por suerte había decidido cortarse el pelo, eso facilitaba las cosas. Fue allí que pensó en su padre, e imaginó qué le diría. Esto si aún se hablaran. Él nunca aceptó lo que le pasaba, y nunca quiso escuchar sus razones. Terminó dándose por vencido, y simplemente se alejó. De él como de tantas otras personas.

Se vistió de manera ligera, era uno de esos clásicos húmedos días de invierno en la ciudad. A pesar de lo importante de ese día, no deseaba ser muy formal. Un jean y una camisa, las botitas y la campera negra, y el pañuelo que le había regalado su hermana. El de la suerte, como decía ella.

Estaba saliendo del departamento, cuando escuchó el sonido del contestador automático que se accionaba.

Corazón... soy yo... –la voz de su mejor amiga era inconfundible. No logro contactarte al celular, y esta tarde quiero acompañarte al juzgado sí o sí... por nada al mundo me pierdo ese momento...

Hacía años que esperaba lo que ocurriría ese día. Desde que comprendió que estaba atrapado en un sitio que no le correspondía. Un juez declararía lo que él siempre sintió. Y esa tarde, finalmente, Andrea Prieto sería quien siempre hubiese debido ser, Mauro Prieto.

(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 48Tu texto es el día a día de una persona atrapada en el cuerpo de otra.
Lo sabe desde hace años y lo asume como algo normal, pero no olvida su vida de antes.
Puedes darle un tono filosófico, psicológico, de terror, fantasía... como quieras.)

viernes, 20 de julio de 2018

#VDLN - 105

Día del amigo...

...amigo, amiga, amistad ...que palabra grande ésta.

Hay tantos tipos de amigos; los amigos de la infancia, los amigos del secundario, los amigos del barrio, los amigos del club, los amigos de la facu, los amigos del trabajo... tantos, muchos. Y luego están los amigos de la vida, de una vida. Son esos seres que encontramos un día "x", y sin muchas explicaciones, sin demasiadas razones, surge un chispazo, se produce magia, y se comienza a crear un lazo... o, tal vez, siempre ha estado ahí, esperando, ese invisible hilo rojo que une las almas.

Con esos amigos podemos cambiar de escuela, de trabajo, de barrio, de provincia, de país y de continente... hasta podemos cambiar nosotros mismos, o ellos, porque crecemos, porque evolucionamos, porque maduramos... y esos amigos siguen ahí. Y no importa si hablamos todos los días o una vez cada... cada tanto (😉); porque lo que sí importa, lo único que cuenta, es que ese amigo va a estar ahí. Va a estar ahí para lo que sea, no importa si lo que tienes para decir es el psicodrama del momento o la mejor noticia del mundo; no interesa qué día de la semana es, ni qué hora... porque simplemente puedes contar con él. Y como decía Benedetti, no contar hasta uno, o hasta dos o hasta diez, sino infinito; porque un día, sin darte cuenta ambos han hecho una silente promesa, un para siempre.

Yo me considero una mujer muy afortunada, tengo seres así en mi vida, Amigos así, con la A mayúscula; con los cuales no importa el tiempo que ha pasado, siempre es ayer que nos vimos; ni la distancia que nos separa, esos son sólo kilómetros, porque ellos están, ellos son; con ellos he compartido charlas interminables, infinidad de risas, muchas lágrimas, han estado con el pasar de los años, en fiestas, en nacimientos, en llegadas a metas, en inevitables despedidas... ellos han estado, ellos están, y sé que ellos estarán...siempre.

A ellos... a vos... feliz día!


miércoles, 18 de julio de 2018

24 Retos de Lectura - #13

Reto 13:
Busca una obra que tenga varias partes y comiénzala.
Elección: “Delirium”, de Lauren Oliver

Sinopsis:
“A nadie le gusta estar enfermo. Afortunadamente, en el siglo XXII los científicos han encontrado la cura para la pandemia que, durante milenios, asoló el planeta. Un delirio que se contagiaba más rápido que cualquier otra enfermedad, afectando a cientos cada día, y a millones al cabo del año. Era tan grave que, encontrada la cura, el gobierno decretó su administración a todos los ciudadanos a partir de la mayoría de edad. Lena Holoway está emocionada. Lleva años esperando cumplir los 18. Por fin recibirá la cura, por fin vivirá sin dolor, de un modo predecible y feliz. Por fin hay cura para esa enfermedad que se llama amor.”

“Delirium” es el primer libro de una trilogía que lleva el mismo nombre. Hacía mucho tiempo que quería comenzarla, pero por ‘a’ o por ‘z’ al final nunca lo hacía. Despertaba mucho mi curiosidad una historia creada en una sociedad que ha llegado a considerar el amor como una enfermedad... ¿se lo imaginan?

Es un libro complejo aunque no lo parezca, -y, al inicio es lento, podríamos decir-, pero, así y todo, lo he encontrado muy interesante. Un mundo donde la sociedad trata al amor como sinónimo de desequilibrio, de infelicidad, de desgracia. Es una infección que debe ser combatida, cuestión de vivir en forma serena y rutinaria. Para esto, cuando cada persona cumple dieciocho años, es sometida a “la cura”, nada más y nada menos que la exportación de la parte del cerebro que regula las emociones... (😱ésta ha sido mi carita cuando leí). ¿El resultado de esto? ...pues una pequeña cicatriz detrás de la oreja y una vida –supuestamente- feliz y perfecta. Todo esto no significa que hombres y mujeres no puedan relacionarse, de hecho lo hacen. Una vez que cada individuo es “curado”, se le realizan una serie de evaluaciones y se le presentan algunas posibles “parejas”.

Y, como era obvio que sucediera, la protagonista se enamora y aquí digamos que comienza toda la cuestión y el planteo del libro en sí.

“(...) Tienes que comprenderlo: yo no soy nadie especial. Soy sólo una chica normal. Mido uno sesenta y soy del montón en muchas cosas.Pero tengo un secreto. Aunque construyan murallas que lleguen hasta el cielo, ya encontraré la forma de volar sobre ellas. Aunque intenten atraparme con cientos de armas, yo encontraré un modo de resistir. Y hay muchos como yo ahí afuera, más de los que crees. Gente que se niega a dejar de creer. Gente que se niega volver a la tierra. Gente que ama en un mundo sin murallas, gente que ama frente al odio, frente al rechazo, sin miedo y contra toda esperanza.Te amo. Recuerda. Eso no pueden quitártelo. (...)”

Un libro que, según mi opinión, te deja pensando, reflexionando. ¿Se puede amar sin ser infeliz en algún momento, o alguna vez? Y si no, ¿aún así, vale la pena? Yo tengo mis respuestas, y seguro me dirás las tuyas... Espero pronto poder seguir con los otros dos libros que le siguen (“Pandemonium” y “Requiem”); mientras te recomiendo que leas éste.
A la próxima!

(Nota: la sinopsis fue sacada del sitio: Casa del Libro)

lunes, 16 de julio de 2018

Sandra había decidido que llevaría a Tomás al shopping. No que tuviese muchas ganas, pero debía hacerlo, debía encontrar el modo de hablar con él y quitar toda duda de su cabeza. Desde anoche, desde que a él se le “había escapado” decir eso mientras cenaban, ella no estaba tranquila. Sentía una campanilla sonar por allí al fondo, y todos los viejos fantasmas volver a este presente que ahora se hacía tan incierto.

Tomás estuvo listo enseguida luego de almorzar, y lo entusiasmaba la idea de ir al centro comercial. Sólo fue entrar para comenzar a detenerse en cada negocio que veían. Poco a poco fueron cargándose de bolsas y paquetes, parecía como si hubiese llegado el período de Navidad, pero en pleno mes de julio. Luego de casi dos horas dando vueltas por todos lados, ambos estaban agotados. Sandra supo que había llegado el momento de enfrentar la cuestión e invitó a Tomás a merendar allí, en el patio de comidas. A los dos les encantaba el café con leche, eso y una medialunas sería lo mejor para pasar el amargo trago que ahora les tocaba.

Apenas se sentaron y él dió unos sorbos de su taza; Sandra no quiso dar más vueltas al asunto, y encaró a Tomás casi a quemarropa.

¿Por qué ayer dijiste eso de papá? –preguntó y tomó la mano de él.
¿Qué? –respondió, realmente no sabía de lo que le estaba hablando su madre.
Que no está enamorado de mí... –dijo Sandra, sintiendo que la boca se le secaba, y lo que se le hunedecía eran los ojos.

La mirada de Tomás decía más que cualquier otra cosa. Con tan sólo sus seis años, había comprendido desde hacia tiempo lo que pasaba entre sus padres, pero no sabía cómo explicárselo a su madre. Una vez más pensaba que le gustaría quedarse pequeño, el mundo de los adultos era demasiado complicado para su gusto.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 39Pon la oreja en una conversación en la calle,
escríbela en forma de relato llenando los huecos.)


viernes, 13 de julio de 2018

#VDLN - 104

"No entendía por qué,
pero venía asaltada de una nostalgia así de penetrante que,
aunque me encontraba en mi casa,
sentía que existía un lugar,
en algún lado,
donde debía volver."
(B. Yoshimoto)


"...♫ Autopista desierta
a la frontera con el mar
siento el corazón más fuerte que este motor
Cigarrillos nunca apagados
prendida la radio que habla
yo que conduzco siguiendo las luces del alba
Lo sé, lo sabes, la mente vuela
fuera del tiempo
y se reencuentra sola
sin más cuerpo ni prisionera
nace la aurora.
Tú estás dentro mío como la marea alta
que desaparece y reaparece llevándote lejos
Eres el misterio profundo, la pasión, la idea
eres el inmenso miedo que tú no seas mía
Lo sé, lo sabes, el tiempo vuela
pero cuánta distancia
para verte nuevamente
por una mirada
por mi orgullo
cuanto te deseo
Tú estás dentro mío como la marea alta
que desaparece y reaparece llevándote lejos
Eres el misterio profundo, la pasión, la idea
eres el inmenso miedo que tú no seas mí@
Lo sé, lo sabes, el tiempo vuela
pero cuánta distancia
para verte nuevamente
por una mirada
por mi orgullo
cuanto te deseo
...para decirte cuanto te quiero
...para decirte cuanto te quiero
...para decirte cuanto te quiero ♫..."




martes, 10 de julio de 2018

En un tiempo del cual no tenemos memoria, existían unas tierras dominadas por las Dríades. Mujeres hermosas llenas de magia que habitaban los bosques. Ellas los cuidaban, eran sus protectoras. Dalia era una de las más sabias entre ellas, le gustaba pasearse serena por las noches, descalza, sintiendo las hojas bajo sus pies. Fue en uno de estos paseos que lo conoció.

Grokè era el fauno más poderoso que habitaba esas forestas. Y aunque era muy raro que estos se dejaran ver, apenas sus ojos cruzaron los de Dalia, ni siquiera pensó en ocultarse. A ella le sucedió lo mismo, no podía quitar su mirada de ese ser al que le estaba implícitamente prohíbido acercarse, ni hablar de enamorarse. Y sin embargo...

Pasaron meses de encuentros a escondidas, de caricias fugaces y besos robados; hasta que sucedió lo inevitable. Ella esperaba que las cosas no fueran como siempre le habían dicho. No podían ser así, se repetía una y otra vez mientras acariciaba su vientre que de ahí a poco iniciaría a crecer. Sabía que esta elección suya traería consecuencias; pero estaba dispuesta a enfrentarlas. Lo haría porque lo que estaba viviendo era un verdadero milagro; la cosa más extraordinaria; algo en lo cual ya no esperaba. Se preguntaba cómo haría a decirle a él, no podría ocultarlo por mucho tiempo, y tampoco deseaba hacerlo.

Amor... –dijo Grokè tomándola entre sus brazos. Temí que te hubiese sucedido algo.
Y así es, Grokè... –respondió Dalia mientras las palabras se le ahogaban en la garganta.
¿De qué hablas, Dalia? –preguntó él.
Estoy esperando un niño... –susurró sin poderlo mirar a los ojos.

Grokè quedó mudo por un instante. Sabía lo que esto significaba, para ambos. Debían consultar cuanto antes al poderoso hechicero del Alto Bosque; era el único que sabría qué debían hacer. Al día siguiente acudieron de éste; que los escuchó pacientemente.

Vuestro amor, en estas tierras y bajo nuestras leyes, está prohíbido. –sentenció duramente el gran Mago. Sólo existe una solución, si lo que desean es continuar juntos...

Lo escucharon y sin dudarlo un momento, aceptaron lo que el destino les tenía preparado. Nada importaba mientras estuvieran juntos. Ambos pasaron a ser comunes mortales, sin un mínimo rastro en la memoria de sus vidas precedentes. Aunque en las noches de verano, cuando el perfume de los eucaliptos se mezclabla al de las rosas que Dalia tenía en su jardín, ella sentía el impulso de caminar descalza; y sus hijos hubiesen jurado de haberle visto alas en la espalda, como las hadas de las historias que ella misma les contaba.

Este relato es dedicado al Hada protectora de mi familia,
a la mujer que ha dejado todo por el bien y la felicidad de los suyos,
para vos Mamá...
¡Feliz cumpleaños!  Te amo

(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 05Te toca escribir un relato de fantasía épica.)

viernes, 6 de julio de 2018

#VDLN - 103

"Si me caí, es porque estaba caminando.
Y caminar vale la pena, aunque te caigas."
(Eduardo Galeano)



"...♫ Yo no creo en los milagros,
mejor que te libres
mejor que te mires dentro.
Esta vida deja hematomas
ésta hace temblar,
ciertas veces es más un combate.
Existe ese vacío que no sabes,
que luego no dices nunca,
que quema en las venas como si
el mundo está en contra tuyo y tú no sabes el porqué,
lo sé me lo recuerdo bien.

Yo estoy aquí
para escuchar un sueño.
No hablaré
si no tendrás necesidad.
Pero estaré
porque así me siento.
A tu lado
viajando contra viento.
Resolveré
quizás poco o nada
pero estaré
y esto es lo importante.
Agua seré
que apagará un momento.
A tu lado
Viajando contra viento.

Tanto el tiempo sólo él lo sabe,
cuándo y cómo terminará
tu sufrimiento y tu lamento.
Existe ese vacío que no sabes,
que luego no dices nunca,
que quema en las venas como si
el mundo está en contra tuyo y tú no sabes el porqué,
lo sé me lo recuerdo bien.

Yo estoy aquí
para escuchar un sueño.
No hablaré
si no tendrás necesidad.
Pero estaré
porque así me siento.
A tu lado
viajando contra viento.
Resolveré
quizás poco o nada
pero estaré
y esto es lo importante.
Agua seré
que apagará un momento.
A tu lado
Viajando contra viento.
Viajando contra viento.
Viajando contra viento.

Agua seré
que apagará un momento.
A tu lado
Viajando contra viento ♫..."


jueves, 5 de julio de 2018

El Club de los 5: Julio



Ésta es una serie estadounidense donde ciencia y espiritualidad se mezclan, partiendo de una premisa: todos estamos interconectados, unidos através de lazos invisibles a la vida de aquellos que estamos destinados a impactar y alterar de algún modo. La historia se centra en un ex periodista, Martin Bohm (nada menos que Kiefer Sutherland) y su hijo de 11 años con con rasgos autísticos, y con el cual prueba a crear un lazo, a comunicar, luego de la muerte de la esposa en el World Trade Center.
Comencé a verla con mucho entusiasmo, la primera temporada me gustó mucho. Pero la segunda ya rozaba lo inverosímel y sólo la terminé porque no me gusta dejar nada a medias...
  • Libros: "En un rincón del alma"
Un libro que llamó mi atención; que su título parecía llamarme e invitarme a leerlo. Y mi instinto no falló. Un libro que en su simplicidad, me emocionó; con el que me he sentido identificada en tantos pasajes, en tantas frases. El primer libro de Antonia J. Corrales que leía; y que me ha hecho sonreír y también desprender alguna lagrimita.
"(...) Nos dejamos llevar por el miedo a las habladurías, por ese estúpido 'qué dirán'. El qué dirán de unos cuantos a los que nada debíamos, que nada nos dieron ni nos darán. Por el miedo a las aves corroñeras que se alimentan de la pena ajena. Que intentan imponer a los demás una doctrina que no practican y la que en realidad no creen, pero que les sirve como estandarte para pregonar a los cuatro vientos que son mejores que los demás, más humanos, más personas, más hijos de Dios, de su dios.(...)"

(Fragmento de "En un rincón del alma", de Antonia J. Corrales)
  • Descubrimiento: Bordado
Y sí, hoy menciono a uno de los descubrimientos más importantes que he hecho en mi vida. Cuando tenía 10 años y mi tío Francisco me enseñó a hacer tapiz, no creo que haya imaginado el mundo que estaba abriendo ante mis ojos. No tardé mucho tiempo en pedirle a mi mamá que me comprara una enciclopedía que enseñaba los diferentes puntos clásicos de bordado... y de allí no paré más. He hecho de todo, hasta creado mis propios esquemas a partir de una imagen. Trabajos que en su mayoría he regalado, me gusta hacerlo, lo siento como un regalo único y muy personal... Y, a pesar que tengo períodos en los que casi ni tomo la aguja, la verdad es que adoro bordar, mientras más pequeño y complicado sea el trabajo, más me relaja.


  • Trailer:

  • Citas:

"No digas mentiras sobre mí
y yo no diré la verdad sobre ti."
(del web)

Hasta la próxima!

lunes, 2 de julio de 2018

24 Retos de Lectura - #12

Reto 12:
Ahora te toca como lectura una novela que se desarrolle en Vietnam.
Elección: “El color de la guerra”, de Elizabeth Ann Scarborough

Sinopsis:
“Nadie le dijo a la teniente Kitty McCulley que eso era lo que tenía que hacer una enfermera. Nadie le dijo que a Vietnam no iba a curar pacientes, sino a contemplar, impotente, su dolor. Que no estaba allí para aliviar el sufrimiento ajeno, sino para convertirse en objeto del desprecio de sus congéneres, y de su lujuría. Que no salvaría las vidas de las víctimas, sino que los propios médicos la abofetearían con su indiferencia. Nadie se lo dijo. Aunque no habría cambiado nada. Cuando uno de sus pacientes, un hombre santo venerado por los vietnamitas, le entrega a Kitty un amuleto con unos supuestos poderes inexplicables, su mundo cambiará para siempre.”

Bueno... bueno... bueno... esta vez la consigna ha puesto a dura prueba toda mi tenacidad, y lo mejor de mi ser cabeza dura. Ya la temática no me producía ningún tipo de entusiamo, y elegir el libro fue una odisea (porque como ya dije en alguna ocasión, no he querido repetir aquellos propuestos en el blog de los retos).

El tema bélico lo he siempre conscientemente evitado, como digo muy habitualmente, si quisiera “bajonearme” o amargarme, me bastaría los periódicos o los canales de noticias. De allí mi dificultad en el momento de decidirme, y si lo hice por esta novela, primera de esta autora, fue porque no estaba escrita desde la perspectiva de los soldados sino de las víctimas. Y ésta la autora la conoce bien, porque ha sido enfermera en el mismo Vietnam; aparte de licenciada en historia.

“(...) Empecé a darme cuenta de la diferencia entre el cuidado de los enfermos en tiempo de guerra y en período de paz, la noche en la que uno de mis pacientes vietnamitas tuvo una reacción a una transfusión y sólo yo me mostré disgustada por ello. (...)”

Una novela de base realista pero con esa parte de fantasía indispensable para hacer una lectura que llega al corazón, porque hace que el lector se acerque al dolor vivido y sentido por los soldados y las víctimas anónimas, y no centrándose en el conflicto. Y, aunque tiene algún que otro momento en el cual la intensidad baja, yo te la recomiendo.

A la próxima!

(Nota: la sinopsis fue sacada del sitio: quelibroleo)

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