viernes, 28 de abril de 2017

#VDLN - 42

"Aprender a aceptar.
No quiere decir resignarse,
simplemente es no perder energía
detrás de situaciones que no puedes cambiar,
remando contra la serenidad de tu día."
(Dalai Lama)



viernes, 21 de abril de 2017

#VDLN - 41

“No soy la única, pero aún así soy alguien.
No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo.
Y justo porque no lo puedo hacer todo,
no renunciaré a hacer lo que sí puedo”
(Helen Keller)




Un año más...
En este minuto exacto, en plena Ciudad de Buenos Aires, 41 años atrás nacía esta mujer...
Cuarenta y uno... a veces parecen muchos más, por tanto sentido, en la piel y en el alma; por tanto vivido, a pleno, con el corazón abierto... y a veces parecen tan pocos, y que tantas cosas hayan sido ayer...
Tantos recuerdos... tantos momentos inolvidables... tantos sentimientos que desbordan...
Gracias... a vos que estás desde siempre... y a vos que has apenas llegado...
Gracias... a vos que estás allí, de ese otro lado, pero tan cerquita de mi ♥...
Gracias... por tanto... por todo... por lo bueno, y también por lo malo, porque todo me ha hecho la mujer soy...
Hoy festejo junto a vos mis cuarenta y un vueltas alrededor del sol... y espero sean muchas más!



jueves, 20 de abril de 2017

Regalos de cumpleaños

Creo que nunca agradeceré lo suficiente tanto, y tanto cariño...

...de Mag ♥

...de Demian ♥

...de Auro ♥

...de Ivel ♥

...de Sydera ♥

...de Ginebra ♥



...de nuevo y siempre gracias por estar allí, de ese otro lado y hacer de cada día, un día especial.



martes, 18 de abril de 2017

Había cumplido diecisiete años. Pensaba que esa fecha la pasaría con él, pero no. Él le había pedido un tiempo, y eso había roto algo en su interior que no tenía arreglo. Cuando llamó unos días después, ella no quiso hablarle, pese a tener una horrible sospecha. Fue a la escuela como siempre, y a la salida se dirigió a lo de su mejor amiga, necesitaba hablar con alguien, contar todo y aquello que pensaba hacer.

¿Estás segura? –preguntó su hermana del alma, con una mezcla de asombro y angustía en el rostro. Yo creo que él debería saberlo.
No... –ella fue categórica. Él quiso un tiempo... Él no está seguro, y yo no quiero atar a nadie a mi lado... ni siquiera sé si yo deseo atarme a alguien en estos momentos.
Pero... –intentaba por una vez ser la más racional de las dos. No deberías pasar sola por algo así.
No estoy sola, te tengo a vos... –sus ojos decían mucho más que cualquier palabra. Nadie debe saberlo, todos opinarían y me dirían qué hacer... terminarían volviéndome loca... más loca. Aparte, él vendría a saberlo y eso cambiaría sus planes.
¿Y no crees sería lo más justo? –insistía mientras servía a ambas la segunda taza de café.
Que no... –volvió afirmar ella encendiéndose un cigarrillo. Él debe seguir con su vida, debe irse, viajar a Europa con sus padres, es allá su futuro... esto es sólo un accidente.
Claro... un accidente... –repitió su amiga en forma irónica. Un error del cual sólo vos te harás cargo.
Un error que vos me ayudarás a remediar... y olvidar. –respondió ella.

Pasó el tiempo y no volvieron a hablar del tema. Terminó de estudiar ese mismo año e ingresó a la Universidad. Se dedicó a la carrera y no se detuvo hasta convertirse en una de las más conocidas abogadas en ámbito penal de la ciudad. Tuvo algunos amores pasajeros pero nunca formó una pareja estable. Ni siquiera había vuelto a pensar en tener hijos... Al menos no hasta ese momento. Se encontraba en la sala de espera del consultorio médico, le darían los resultados de unos estudios; había estado muy estresada en los últimos meses y eso estaba repercutiendo en su cuerpo seguramente. Pero el rostro de su doctora indicaba que había algo más. Según trataba de explicarle, sin una razón aparente, su reloj biológico se había detenido unos cuantos años antes del tiempo previsto. En pocas palabras, ya no podría tener hijos. Las lágrimas invadieron sus ojos y rodaron por sus mejillas. La angustía invadió su pecho y cerró su garganta, se estaba ahogando...

Despertó sobresaltada en su cama, estaba completamente sudada. Se alzó y caminó hacia la cocina.

¡Mamá! –su hija de veintitrés años estaba preparando el desayuno. ¿Qué haces ya levantada?
Es que... –y no lograba articular palabra.
Dale... volvé a la cama. –insistía mientras la empujaba entre risas hacia la habitación. Papá fue a comprarte una torta y unas flores... sabés que se enfada si no puede sorprenderte y mimarte.

Era la mañana de su cumpleaños número cuarenta y uno, y todo era como tenía que ser... simplemente maravilloso.




(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 44: Escribe con sinceridad retomando una historia que te podía haber pasado,
pero en su lugar escogiste otro camino.)


viernes, 14 de abril de 2017

#VDLN - 40

"Habría podido mandarlo al diablo
y buscar una vida más simple.
Habría podido..., y en cambio, lo tomé de la mano.
Tanto nos habríamos echado de menos,
tanto nos deseabamos aún,
tanto a veces es necesario arremangarse
y salvarlos ciertos amores."
(Susanna Casciani)




miércoles, 12 de abril de 2017

El Club de los 5: Abril


Tal vez, y sólo tal vez, te estés preguntando que, qué es "El Club de los 5"... Pues nada más que un sitio donde charlar de ocio y cultura los cinco de cada mes. Sí, ya sé, estamos a día doce... pero es que ya el mes pasado he descubierto esta iniciativa en el blog de "El Papá Cavernícola (e hijo)" y como que me ha tentado demasiado, y no he querido esperar más... entonces aquí vamos...

  • Serie: Ally McBeal
Un clásico de ya unos cuantos años (veinte para ser exactos... ¡¡cómo pasa el tiempo!!). No es más que el día a día de esta joven abogada, pero cada vez que la veo no puedo contener las risas con las cosas que ella 'piensa' y que, obviamente, nadie más que el espectador 'oye'. Ese humor irónico, sarcástico, es de lo que más me gusta.

  • Libro: Mujeres que corren con los lobos
El primer libro de la psicóloga y escritora Clarissa Pinkola Estés. Un libro que habla de la fuerza natural de la mujer, de su espíritu; basado en años de investigación del rol de la mujer en diferentes culturas. Un libro que toda mujer debería leer... y todo hombre también.

"(...) Los lobos y las mujeres tienen mucho en común. Ambos comparten un espíritu salvaje.Las mujeres y los lobos son criaturas instintivas, capaces de percibir lo invisible. Son leales, protectores de sus compañeros y de sus crías. Son salvajes y hermosos. Ambos han sido cazados y capturados.Incluso en cautiverio, se puede ver en los ojos de una mujer, o un lobo, el deseo de correr libremente, y la determinación de que si se presenta la oportunidad... se han ido... (...)"

  • Descubrimiento: Blogger
Sí, podrán reírse, pero es que hace años cuando descubrí el 'mundo' de los blogs fue una maravilla. Esto de 'contactar', conocer, a otros con los cuales compartir tus gustos musicales, hablar de películas, de la crianza de los hijos; de repente te lanzas a cosas que siempre te han gustado pero no te animabas, y comienzas a escribir; y accedes a escritores que de otra forma no hubieses jamás conocido... justo eso, una maravilla.

  • Trailer: La liga de la Justicia
Ha ganado mi lado adolescente... soy de las que pasa de una película de culto, a la más comercial de todas, lo admito. Lo único que me hace falta para este tipo de películas es algún niño de acompañante, con quien comentar... obviamente una vez que se sale del cine, todo el mundo sabe que durante la proyección no se habla, ¿o no?


  • Cita:
"La ventaja de ser inteligente es que se puede fingir ser imbécil,
mientras que lo contrario es totalmente imposible."
(Woody Allen)


Bueno... esto es todo... por ahora!!


domingo, 9 de abril de 2017

Martín... Martín... –continuaba a gritar Elena.

Nada. Martín había vuelto al departamento hecho una furia, y había dejado a Elena sola en mitad de la rambla. Bueno... en realidad no estaba sola. Se había quedado con Alejandro. Eran amigos desde hacía años. Él la había conocido en su peor momento y desde allí siempre estuvieron el uno para el otro.. Elena no podía hacer a menos de él. Hacía parte de cada nuevo proyecto, de cada locura. Pero esa noche, tal vez, había superado todos los límites.

Martín le había dicho que estaba cansado y que deseaba volver al departamento; y ella que no, que Ale quería hacerles ver el nuevo local, el bar que inaguraría en unos días. Y ahora Martín se había ido y ella no correría detrás; decidió que igualmente iría a ver este bar, ¿qué de malo podía haber en ello?

Caminaron hasta el final de la rambla, conversando de cualquier cosa, simulando que todo estaba bien. Ale tomó la mano de Elena y la detuvo antes de entrar. Le pidió de cerrar los ojos, encendió todas las luces y entonces sí, le pidió que los abriera. El rostro de Elena era aquello que él esperaba ver, era una mezcla de emoción y admiración, se había iluminado y no dejaba de sonreír. Le hizo ver cada rincón, cada detalle, le explicó que él se había encargado de todo, había estado en cada cosa que se había hecho. Los ojos de Elena aumentaban su brillo a cada palabra.

Ale fue detrás de la barra e inició a preparar unos tragos, nada muy fuerte. Ella probaba cada cosa que él le ofrecía, y comenzó a relajarse. Hablaban de todo, y de todos... y obviamente de Martín.

No es malo, al contrario... –decía Elena, a la que iniciaba a nublarse la mirada. Pero a veces hace me desquicie con tanta seriedad.
Podría ser un poco más cómplice. –provocó Ale, acercándose a ella.
Sí... tienes razón... eso es lo que nos falta... –y la voz de Elena era casi un murmullo. Complicidad...
Como la que hay entre tú y yo... –dijo Ale mirándola fijamente y sujetándola contra la barra para que ella no cayera.
Sí... tú y yo somos un buen par... –le tocaba la punta de la nariz riendo. Un buen par de amigos...
Tú y yo... –la mano de él delineó su hombro hasta su cuello, acarició el perfil de su mandíbula y la sujetó por el mentón. Tú y yo somos mucho más que buenos amigos...

Y la besó. Elena sintió el calor del cuerpo de Ale sujetando el suyo. Las manos de él recorrían su espalda hasta perderse en su cintura. Ella había perdido toda razón y se dejó llevar. Él la envolvía en un tortellino de éxtasis que hacía mucho tiempo no probaba. Lo deseaba. Le quitó la camisa, pasando sus manos y uñas por su pecho. Él desabrochó el vestido de Elena, dejándolo caer a sus pies y deleitándose con su desnudez. La sentó en la barra para besarla en su más profunda intimidad. Elena se arqueaba por él... para él. Sus gemidos inundaron el local en el momento que la lujuría explotó en su cuerpo.

Elena... Elena... ¡Elena! –gritó.

Ella se despertó de golpe, sentándose en la cama y sin entender nada.

Martín... –balbuceó. ¿Qué pasó?
Nada... qué Ale te ha traído esta madrugada porque te han caído mal esos tragos... –dijo Martín con algo de desaprobación en la voz. Que tú no estás acostumbrada a beber.
¿Ale me ha traído? –preguntó sin poder quitarse ciertas imágenes al cerrar sus ojos.
Que sí, que al final es un buen amigo... –mencionó Martín. Voy a prepararte un poco de café.

Elena se quedó mirando el vacío y en su cabeza sólo resonaba la voz de Ale diciendo: “Tú y yo somos mucho más que buenos amigos...”.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 2: Describe una escena sensual con una pareja
que termina desnuda en la barra de un bar.)


viernes, 7 de abril de 2017

#VDLN - 39

"Y al final comprendemos,
que hay personas que brillan sin ser estrellas...
que hay silencios que separan sin ser distancia...
que la vida es un poquito así, loca
y que mientras se nos pasa
nos desesperamos por darle sentido."
(Mi Granero)


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