Todo era sencillo,
simple. Objetos y sujetos. Pero luego, lentamente comenzó a cambiar.
Unos pocos iniciaron a
crear inútiles necesidades, y a producir cantidades exuberantes de cada objeto.
Entonces él apareció. Decían que para tener una mayor seguridad, pero la
realidad era otra. Había sido hecho para tener todo bajo control. Y nadie se
dió cuenta que era el principio del fin.
De ahí a poco no hubo
objeto que no lo tuviera. Él contenía el origen y el destino de cada uno, y
hasta su exacta ubicación. Fue por ello que iniciaron a usarlo también en los
animales. En esa ocasión dijieron que era el modo de cuidar las especies en via
de extinción; que las queridas mascotas de nuestros hogares no se perdieran y,
si lo hacían, poder encontrarlas enseguida. Pero sobre todo, decían prevenir
que algún malintencionado abandonara la propia mascota. Y así fue que a alguno
se le ocurrió la brillante idea de que se podría usar también en los niños,
evitando secuestros y otros crímines. En los próximos cinco años lo habían
puesto como ley mundial; al nacer a cada criatura se le grabaría a laser el
propio código.
Hoy somos todos
objetos, un número, con un origen y un destino. No nos hemos dado cuenta, pero
nos tienen completamente bajo control, cada movimiento, cada acción. Ahora ya
no importa más tu nombre, sólo eres un código de barras.
Es el número 17: Busca "objeto" en Google imágenes.
La penúltima foto te presentará al protagonista de tu relato.)
No puedo estar mas de acuerdo, y conste, no se libra nadie.
ResponderBorrarBesos.
Absolutamente nadie... es más, ya estamos dentro.
BorrarBesotes Amowhor.
Y es verdad... somos un expediente... un número, un código de barras... qué bien lo has planteado, mi querida Alma.
ResponderBorrarMil besitos para tu semana ♥
Y lo lamentable es que no podemos -ni queremos- evitarlo.
BorrarBesotes infinitos mi querida Auro ♥
Totalmente de acuerdo, somos un número más.
ResponderBorrarBeso.
Gracias Musa por dejarme tu huella.
BorrarUn beso.
El número de la bestia ;)
ResponderBorrarBesos dulces Alma y dulce semana.
Estará(n) también, obviamente Dulce...
BorrarBesos grandes como el mar.
Es una de las teorías para explicar lo que sería el 666 en la era actual.
BorrarUn beso dulce más.
Hasta dentro de casa somos un número porque tampoco nos llaman desde fuera por el nombre sino por teléfono. Y desde que tenemos el móvil, no solo somos número, solos localizables.
ResponderBorrarEstoy completamente de acuerdo contigo.
Un beso enorme.
Tienes toda la razón, Mag... solitos nos hemos puesto el collar al cuello.
BorrarBesisssssssssss hermosa.
Inquietante y actual. Una efectiva muestra de ciencia ficción.
ResponderBorrarMe recuerda a Capitán América: El Soldado de Invierno, donde se presenta el tema de Seguridad Vs Libertades individuales.
Besos, paisana.
¿Sabes Demi que si no me decís lo de "ciencia ficción" no me doy cuenta? ...me gusta esa película, y el conflicto que plantea lo encuentro muy interesante.
BorrarBesotes paisano.