Hacia ya más de un mes
que ella seguía las noticias sobre este asesino que atacaba mujeres en la
ciudad. La tenía angustiada, para qué negarlo. Yo lo sabía, la sentía, y no podía
entender cómo la policía no era capaz de atraparlo; llegando al punto de pedir
ayuda a la comunidad. Pero ahora había dado un paso en falso.
Él la había encontrado
en el tren de vuelta a casa del trabajo. Fue allí donde comenzaron a hablar. Él
le hizo creer que fue por casualidad, y ella se dejó encantar por sus modos de
galán. Una semana más tarde lo invitaba a cenar en su departamento. ¡Cuánto era
ingenua!
La cena se convirtió
en un fin de semana de sexo, ni al teléfono respondía. Pero él no pudo contener
su instinto homicida. En el último acto de pasión de ese domingo, la asfixió. ¿Su
error? Creerla muerta y marcharse antes de confirmarlo.
Desperté en el
hospital sin entender qué había pasado, pero no tardé mucho en unir las piezas.
Ahora ayudaría a la policía, pero a mi modo. Mi ventaja era que conocía su
rostro y forma de actuar. Me llevó unas semanas encontrarlo; mi peinado y mi
maquillaje lo desconcertaron, y no pudo disimular la sorpresa al verme.
Ann... qué bueno que
estás bien... –dijo, tragando saliva. Distinta... déjame que te explique qué
pasó la otra vez...
Hola Daniel... –respondí
lo más parecido a ella posible. Creo saber qué sucedió...
Es que pensé que lo
habíamos hecho tan fuerte... –explicaba mientras hacía el vergonzoso. No sé...
no reaccionabas, me asusté... me fui, me equivoqué... lo siento...
Sólo podía mirarlo. Lo
invité al bar más cercano, lo que hizo se relajara. En un momento de
distracción coloqué veneno en su vaso; y cuando su lengua comenzó a hincharse,
me acerqué a su oído.
¿Sabes qué te sucederá
ahora? –susurré en su oído.
Las palabras no le
salieron de su garganta y únicamente fue capaz de emitir una breve negación.
Sonreí.
Tendrás el fin que
deseabas para Ann y todas tus otras víctimas... –le dije alzándome de la mesa y
llamando a la policía.
(Este relato pertenece a los "Relatos Jueveros"
y esta semana la convocatoria fue hecha por Mag desde su blog "La trastienda del Pecado".
Mi línea 20 fue sacada del libro "Sin corazón" de Kat Martin, página 173.
Te invito a leer el resto de los participantes aquí!
Es el número 37: Un asesino anda suelto por tu ciudad y
tienes que ayudar a la policía a atraparle.)
Si te digo que me encanta el final pareceré una mala persona, para disipar dudas añado que el relato está muy bien redactado con ritmo y repito que me gusta el final. Un abrazo Alma
ResponderBorrarJajajajajajajaja!! ...tú nunca podrías parecerme 'mala' Ester. Lo que yo creo es que erer muy 'humana', como yo y tantos otros; y no tenemos vergüenza de decir, de admitir ciertos sentimientos y reacciones.
BorrarUn súper abrazo!
De víctima a victimaria, aunque no sé si me perdí, era la misma Ann?
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Así es Dulce, el cordero pasó a ser el lobo. No te has perdido, es que -a veces- me paso de retorcida y psicológica con los protagonistas de mis relatos, a ésta he querido darle una "doble personalidad", pero admito mi fallo al no haber logrado hacerlo comprensible.
BorrarBesos grandes como el mar.
Un relato de esos que tienen ese giro que tú bien sabes dar, que descoloca al lector y le obliga a hacerse preguntas, incluso volver a leer para asegurarse.
ResponderBorrarMillones de gracias por participar en esta ocasión especial y hacerme más fácil la tarea. Un beso enorme y feliz jornada.
No podía faltar, no quería faltar a tu primera "Convocatoria Juevera", Mag... y me alegra te haya gustado el relato...aunque a veces 'mis giros' sean un poco 'raros' e incomprensibles.
BorrarBesissssssssssssssssssssss!
Finalmente en esa sonrisa y ese susurro al oido del verdugo termina la ingenuidad de "Ann"
ResponderBorrarMe encantó ...muchas gracias
Creo que la ingenuidad de alguien siempre termina cuando se la lleva a un límite; y Ann llegó al suyo.
BorrarGracias a ti Sueño por tus huellas.
Genial, me encanta tu relato. Y que se haga justicia, lo que a veces es más improbable en la vida real, por eso también me encanta el final.
ResponderBorrarBesos.
Gracias Pitt... en la vida real tenemos algunos frenos -la mayor parte de nosotros-, que nos impiden cometer algunos gestos extremos... pero algunos no negamos lo que sentimos ante ellos... :)
BorrarBesotes!
Me ha encantado... sobre todo el final, jajaja. Expectante todo el tiempo, mi querida Alma, me gusta mucho tu manera de relatar.
ResponderBorrarMil besitos para ti y feliz tarde ♥
Ainsssssssssssss Auro, gracias... Esta vez, que me he enredado más que nunca, creo yo, tus palabras siempre afectuosas, me llegan como un mimo.
BorrarBesotes infinitos...♥
Me bien relato , desde luego la venganza fue esta vez en una copa ..me gusto como planteaste fue astuta y se lo llevó a su terreno , tan listo cayó en su propia trampa.
ResponderBorrarGenial ..un abrazo y felices sueños.
Siempre he creído, que el problema de los que se creen muy pillos es que subestiman a quien tienen de frente... y eso es un error que antes o después, se paga.
BorrarBesotes Campi!!!
Confío en su capacidad de engañar, pero ella sobrevivió. Y lo encontró.
ResponderBorrarY él cometió el error de seguir confiando en su capacidad de engañar. Pero ella fue más astuta.
Muy bien contado.
Besos, paisana.
Dicen que: "Ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón"... ¿cuántos tendrá quien engaña a uno que lo hace por beneficio propio? ...tonterías que se me da por pensar, no me hagas mucho caso, Demi.
BorrarBesotes paisano!
Cometió dos errores, el primero en no verificar y el segundo en creer que ella seguiría siendo tan ingenua.
ResponderBorrarMe perdí un poco en si era la misma Ann
Buen relato, un beso
Según mi opinión, siempre es un error subestimar al otro.
BorrarNo, no te has perdido, ha sido un fallo mío el no poder desarrollar bien la psicología de mi protagonista... tenía una doble personalidad, un alter-ego.
Besos Mujer Virtual.
Qué has matado dos pájaros de un tiro, con una trama insólita!
ResponderBorrarAquí me parece que cuando ella despertó, no era la ingenua y asustadiza chica, sino, su otra personalidad, la más fuerte, la que planeo con premeditación y alevosía llevar a cabo su venganza. Muy bien planteado, me encanto esa ambientación. No sabia que estabas participando en el libro del escritor.
Un abrazo!
Le has pillado el punto en pleno Yessy, aunque si reconozco que no lo he hecho muy simple de comprender.
BorrarSí, éste es el segundo año que participo, y he comenzado gracias a ti... ;)
Besos!!
Confieso que me perdí un poco entre la tercera persona en la que se presenta al principio la narración y la primera del tramo final, igualmente pude lograr interpretar la trama considerando un cambio de personalidad de la protagonista. Creo que se trató de un recurso original. Un abrazo
ResponderBorrarPues sí Mónica, no puedo negar mi fascinación por los protagonistas con perfiles complejos, y en este relato no hubo excepción, aunque si repito, no era fácil de comprender.
BorrarUn beso.
Guaooo. Al final no sabes quién acaba sin corazón; si el asesino, o la víctima que se convierte en asesina... Muy buen realto ;)
ResponderBorrarUn besazo juevero, Alma
Tal vez Dafne, él nunca lo tuvo, y ella sólo no supo otro modo de conservar el suyo...
BorrarBesotes!!
Me ha gustado mucho...
ResponderBorrarSe tomó la justicia por su cuenta, pero... se lo merecía. al fin y al cabo también fue un ingenuo :)
Mil besos.
Bienvenida a esta playa Sakkarah!
BorrarGracias... yo creo que o ingenuo o soberbio...y como digo siempre, no hay que subestimar al otro.
Besotes!!
Una dulce venganza...quizá más de una vez hemos soñado con tomarnos la justicia por nuestra mano...todos tenemos un lado oscuro, ¿no?
ResponderBorrarBesos
Absolutamente sí Max... todos tenemos sombras.
BorrarUn beso.
Sorprendente giro que le has dado al final al relato, terminó vengándose, me ha encantado.
ResponderBorrarUn lacer leerte, preciosa.
Besos enormes y un abrazo enorme a tu alma.
El placer de encontrar tus huellas en mi playa, Perlita, es siempre mío.
BorrarBesos y un abrazo fuerte...😘
Huy la venganza qué fría se sirve y que tan certera resulta como en el caso de tu "resucitada" protagonista. Felicidades por el relato que nos regalas
ResponderBorrarBienvenido a esta playa, Jandrés... es verdad que la venganza es un plato que se sirve frío, pero hay que tener mucho cuidado, no sea cosa que un@ mism@ termine con indigestión.
BorrarUn beso.
Bien por ella y por todas las otras a las que pudo vengar, ese tipo no hará más daño.
ResponderBorrarBesos Alma
Eso seguro Conxita...
BorrarBesos de domingo!
Y qué buena sabe esa venganza servida en plato (vaso) frío
ResponderBorrarMe ha encantado, mi querida Alma. Me gusta perderme entre tus letras, y, en este caso, además, con buen sabor de boca por esa justicia tomada por propia mano (somos humanos)😉
Un abrazo enorme, y muy feliz noche 💙
Pues a mí lo que me encanta, es llegar aquí y encontrarte entre mis letras, Gin... y sí, somos humanos, muy humanos...
BorrarUn súper abrazo y muchísimos besotes!!!