Salí de la ducha
envuelta en la toalla y fuí a mi habitación. Me vestí con esa
lencería negra que tan sexy me hacía sentir. Medias de seda y el liguero nuevo,
justo para esta cita. Luego me pondría aquel vestido corto
sujeto al cuello que dejaba mi espalda descubierta. Me paré frente al espejo
para peinarme y maquillarme.
Creo que el cabello suelto no harían tus rasgos tan duros... –dijo
Ella con esa tímida voz de siempre, como con miedo a mi reacción. Y tal vez si
no llevaras los labios tan rojos...
Ya no la escuchaba.
Alteraba mis nervios esa manía de Ella de querer siempre aparentar ser más
buena, más gentil, más decente, más santa... Yo en cambio me mostraba como era.
Precisa en el trabajo. Generosa con mis amigas. Una señora en la calle. Una
puta cuando se trataba de Él.
¿Volverás tarde? –susurró
Ella. Mañana debo alzarme temprano, debo entregar un informe en el trabajo...
La miré de reojo,
ni siquiera me detuve a responderle. Quedó allí, en pie, en el exacto lugar
donde horas antes estaba yo. Había tenido su oportunidad y la desaprovechó. Esa
noche yo tendría la mía... esa noche Él sería mío.
Ella me miraba. Esos
ojos suplicantes y llenos de miedo... de lo que podría hacer... de lo que
llegaría a ser.
Ella me miraba
desde allí... desde el espejo.
(Estas letras pertencen a los "Relatos Jueveros" y esta semana la convocatoria
fue hecha por Demiurgo desde su blog "El Demiurgo de Hurlingham".
Te invito a leer el resto de los participantes aquí!)
Ella, El, los otros nosotros, siempre ahí cuidando de nosotros, muchas veces de forma exagerada.
ResponderBorrarMe encantó Taña, como siempre, como todo. Besotes!!
A veces esa vocecita es sólo nuestro miedo más grande...
BorrarBesotes flaco!
Muy bien planteado. Hasta está relacionado con el título de tu blog. Podría ser esa imagen en el espejo, esa otra versión de vos, un fragmento de Alma. Y bien planteado esa conflictividad de la otra parte, sus dudas. Y bien la resolución de ir a ese encuentro, a pesar de la otra parte.
ResponderBorrarPor alguna razón, es algo muy sugestivo ese estilo que describiste.
Me gustó el relato.
Un especial beso.
Que bueno que te haya gustado Demi... y, como este era el motivo de este jueves, ¡Feliz cumpleblog!
BorrarUn besote especial paisano.
Una especie de conciencia, aquel angelito que representa lo supuestamente correcto y nos frena a salirnos de los márgenes. Siempre original Alma.
ResponderBorrarBesos dulces.
Dulce, gracias enormes... decirme que soy "original" es uno de los mejores cumplidos que podías hacerme.
BorrarBesos salados e inmensos como el mar.
Somos dualidad, cordura y locura, sensatez e insensatez... Nuestra conciencia dándonos consejos.
ResponderBorrarLo has reflejado con una elegancia exquisita, Alma.
Precioso!!
Mil besitos, cielo.
Somos luz y oscuridad... y entre esas aguas nos movemos... a veces unas y a veces otras.
BorrarBesos infinitos preciosa.
Ese espejo como un reflejo traicionero, dispuesto a quitárselo todo. Una dualidad, en la que cada vez gana una personalidad.
ResponderBorrarMuy buen relato.
Un abrazo
¿Le quitará todo... o se lo dará? ...todo depende cómo se vea.
BorrarUn beso Carmen.
Una especie de enfrentamiento entre lo "correcto" y lo que se espera según los demás..., una conversación sin palabras entre la cabeza y el corazón (o la carne en este caso). Está claro quien gana :-)
ResponderBorrarEn este caso son las dos caras de una misma moneda, de la que una sin la otra dan valor exacto.
Besos.
Esta vez ha ganado la sin razón... aunque tal vez esa sea la mejor razón de todas.
BorrarBesotes hermosa.
Que Ella no se desespere...hay momentos en que la otra Ella tendrá que bajar la cabeza y dejar su altivez para darse cuenta que luego de la locura debe haber un poco de calma...besos...
ResponderBorrarTienes razón Diva, a un determinado momento tocará escuchar la voz de la conciencia.
BorrarBesos!
Esa clara confrontación entre el "quiero" y el "no debo" a veces marca nuestra realidad al punto de hacernos confundir frente a nuestra propia conciencia. Impecable relato.
ResponderBorrarUn abrazo
¿Seguro que nos confundimos? ...a veces creo que sólo necesitamos desafiar los límites.
BorrarUn beso.
Ese deambular entre una voz y otra… A veces intentamos dejar señales desde ese otro yo que no siempre queremos escuchar… Porque sencillamente, a veces, queremos ser ese impulso emocional que nos hace ir al lugar exacto en donde sentimos y queremos estar…
ResponderBorrarY qué bella manera de contarlo, mi querida Alma… Tan sutil y elegante…
Un placer!!!
Bsoss y cariños, amiga!! ♥
A veces queremos, necesitamos, ser sólo sentir... sentir sin razón... sin un porqué... sólo sentir...
BorrarMe encantan tus huellas llenas de inspiración... besotes Gin.
Hermoso relato, mamita hermosa...
ResponderBorrarTú ya me sabes...
Estamos en contacto.
Te quiero, Almita.. :****
Yo te sé... yo te siento... y te abrazo.
BorrarQuieroTe mi niña especial... ♥
La voz de la conciencia y del pecado , el reflejo de lo que se debe hacer y lo que se desea, la dualidad interna, qué bueno tu relato, qué bien lo has reflejado, me ha encantado, Alma.
ResponderBorrarUn beso enorme y un abrazo fuerte fuerte a tu Alma, preciosa.
De vez en cuando (nos) debemos dejar que ganen los deseos ante el "deber"...
BorrarUn super beso y un abrazo con toda (el) Alma.
Mirarse en el espejo a veces es peligroso. Te puede devolver tu imagen verdadera.
ResponderBorrarSaludos
Maribel
Creo que lo peligroso sería nunca saber quién realmente somos...
BorrarUn beso.
Un relato que emana sensualidad a tope. Un abrazo
ResponderBorrarMuchísimas gracias María del Carmen... de verdad.
BorrarUn beso.
Las dos caras de una misma moneda: la razonable y la impulsiva. Ser razonables nos puede dejar la conciencia tranquila, pero... Qué bien sienta a veces guiarse por los impulsos, por lo que sentimos y queremos sentir.
ResponderBorrar¡Ya estoy de vuelta!
Un besazo!
¡Y cuánto me gusta tu vuelta! ...y sí Nana, coincido con vos, nada más lindo que dejarnos llevar por el sentir.
BorrarBesotes enormes... de verdad me hace muy feliz saberTe de vuelta.
Buenas tardes, Alma:
ResponderBorrarEn primer lufar: felicidades por tu relato, tiene un ritmo narrativo muy sinuoso.
William Wilson/El otro/Rebeca De Winter/La otra... nuestro reflejo en el espejo de las palabras cobra vida y sueña con alcanzar esa inmortalidad que a algunos nosotros nos niega la vulgaridad de nuestros actos cotidianos.
“Espejito, espejito...” dí la verdad: ¿acaso no preferías ser el reflejo de la sugerente Madrastra que de la aburrida Blancanieves?
De lo que estoy seguro, Alma, por éste y tus otros reflejos literarios, es de que tu espejo creativo es el escenario de tu inmortalidad.
Sí permites mi opinión: prefiero el cabello recogido y los labios con carmín, un vestido como el que describes resalta los rasgos del rostro y la esbeltez del cuello.
Un abrazo, Alma.
Ainsssssssss Nino... es muy fuerte que vos me hagas cumplidos por mis escritos... y sólo puedo que agradecerte de todo ♥
BorrarObvio que te permito la opinión, en esto como en todo tema quieras y sientas de darla... la tendré en cuenta.
Un beso enorme.
Buenos días, Alma:
BorrarNo sé si es fuerte, sí que es justo el que te escriba lo mucho y bueno que siento al leerte.
No estoy sobrado de estímulos, y lo mínimo que puedo hacer es agradecer tu escritura estimulante.
Un abrazo, Alma.
Benditos jueveros ... magnífico relato
ResponderBorrarBienvenido a mi playa Enrique. Benditos los lectores, los buenos lectores como vos.
BorrarGracias por tu huella, un beso.
Parece el superyo de Freud, lo correcto y lo incorrecto, suerte que eres capaz de abandonar aquella imagen inquisidora y mañana sera otro dia. Muy bueno, besos.
ResponderBorrarMañana siempre es otro día y una nueva oportunidad.
BorrarUn besote.
Me ha gustado mucho, la dualidad de uno mismo al mirarse al espejo.
ResponderBorrar¡Un abrazo!
Bye!
Bienvenida a mi playa Roxana... a mí me gusta que te haya gustado, y espero que quieras visitarme seguido.
BorrarUn beso.
Hermoso escrito Alma. Todos tenemos ese espejo que nos mira de otra manera, que muchas veces no nos devuelve esa imagen real de lo que somos. Aun hoy sigo creyendo que el mejor de los pespejos es el de la mirada del " otro". Besito
ResponderBorrarA veces somos muy, demasiado, críticos con nosotros mismos; y, a veces también, el "otro" nos ve mejor o ve nuestra verdadera esencia... pero eso sólo pasa cuando se (nos) quiere y bien, de forma sana.
BorrarBesitos y gracias por tu huella.
Hola; es una dualidad muy interesante en la que se ven dos personalidades luchando por sobresalir, la luz y la sombra. Solo que la real se muestra poderosa, ni susurrante, más bien sentenciosa. Muy buen relato. Un abrazo. Pablo.
ResponderBorrarPara mí son siempre interesantes tus comentarios Pablo, de verdad... gracias infinitas por dejarme las huellas de cómo ves y sentís mis letras.
BorrarUn beso.
Las personas somos universos complejos, supongo que no es facil a veces asumir los deseos y nuestra mente recurre a esos desdoblamientos,...pero bueno, si eso tiene como resultado que tu protagonista viva su deseo, bienvenido sea.
ResponderBorrarDisfrute mucho tu relato Alma
Abrazo
Creo que los seres humanos somos como prismas, poseemos muchas 'facetas', y a veces ellas son muy diferentes entre sí... pero complementarias sin dudas.
BorrarUn beso y gracias por estar por aquí.
encantada de conocer tu blog,
ResponderBorrarsaludos
Encantada yo que hayas llegado hasta esta playa y hayas querido dejarme tu huella... espero se repita!
BorrarUn beso.
Has convertido el espejo en tu alter ego, en la parte sensata, en tu angel guardián. ¿Sabes? a veces hay que hacer oidos sordos a esas vocecillas que, provenientes del espejo o la conciencia pretender dirigir nuestra forma de ser y de actuar. Bien por la protagonista de tu historia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Así es Pepe, hay veces que uno sólo debe sentir y dejarse llevar.
BorrarUn besote.
La eterna lucha entre lo que se es y lo que se quiere ser...a veces hay que hacer lo que ha hecho tu protagonista, hacer caso omiso a lo que dice la otra y dejarla en el otro lado del espejo.
ResponderBorrarUn beso
Aunque no sea fácil dejar de escuchar esa vocecita, hay veces que debemos hacerlo... nos lo debemos...
BorrarUn besote Charo.
La batalla contra los impulsos es una batalla perdida.
ResponderBorrarSiempre se puede hacer lo se que quiera, lo único inevitable son las consecuencias.
Con esa lencería y ese vestido, las consecuencias eran conocidas.
Excelente relato. Escueto y sugerente.
Besos
Cuando uno elige, acepta las consecuencias de esa elección... sin remordimientos ni arrepentimientos, en el mejor de los casos.
BorrarGracias por los cumplidos... me gustan tus huellas sobre mi arena... un beso.
Gracias por el relato, me tenías engañado hasta el final.
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