Lara era el ser más curioso que habitaba la tierra. Le gustaba
aprender cosas nuevas, y conocer todo lo que la rodeaba. Su abuela siempre la
llamaba pispireta, porque decía que tenía el alma inquieta.
Igualmente, ella a veces se desanimaba. No se sentía bonita, ni
nada especial. No creía tener algún tipo de habilidad particular, se sentía
pequeña, y se dejaba ganar por la ansiedad. Deseaba ser ya grande, tomar sus
propias decisiones, elegir su camino.
Aún no estás preparada... –le continuaba a decir su mamá. Ya
llegará tu momento, pequeña.
Lara no se resignaba. No podía esperar como le decía su madre,
ella quería crecer ya. Quería cambiar, quería ser otra. Esa noche se fue a dormir
como tantas otras noches. Con la mirada baja y la voz apagada, a pesar que en
el mundo de los sueños ella podía ser todo lo que deseaba.
A la mañana siguiente, apenas abrió los ojos, se percibió diferente,
aunque no lograba explicar cómo. Entonces, rápidamente se levantó y salió
corriendo hacia donde estaban los demás. Y ellos, al verla, sonrieron. Porque finalmente
el momento, su momento, había llegado. Ahora ella era todo lo que siempre había
soñado.
Porque sólo logramos cambiar cuando estamos preparados para ello,
sólo necesitamos tiempo.
Es el número 36: Haz una historia que tenga al final una frase moralizante a modo de fábula.)
Preciosa y tierna historia, con la que transmitir ese bonito mensaje; así es el florecimiento, ese que llega justo en su momento, cuando uno está preparado y predispuesto, para sentir esas alas impulsadas junto al viento…
ResponderBorrarY qué imagen más bonita… Un placer de post, mi preciosa Alma…
Bsoss enormes con cariño, y muy feliz noche 😘
Muchas veces queremos apurarnos, pero el tiempo es más sabio... siempre.
BorrarDe verdad que el placer de encontrarte aquí es todo mío.
Besos mucho más que enormes... ♥
Ese es el mensaje por mucho que nos empeñemos en acelerar los momentos... todo llega en su preciso instante.
ResponderBorrarUn placer tu relato, mi querida Alma.
Mil besitos y feliz noche, preciosa.
Todo sucede en el minuto exacto, ni antes, ni después... como vos lo dijiste, Auro.
BorrarBesotes infinitos, mi preciosa.
Así es... es solo un instante y ya se produce el cambio,y por más que nos empeñemos en modificar,apurar o retrasar, nada ocurrirá antes o después del momento que tenemos "asignado" soy una ferviente creyente del destino.
ResponderBorrarUn besazo, me encantó el relato!
Destino... ¿está ya escrito o lo creamos nosotros? ...¿primero el huevo o la gallina?
BorrarBesotes Ale... muchísimos!!!
Hay un tiempo para todo. Para ser niña, para ser mujer, para vivir deprisa o para vivir más despacio. Y, casi siempre, es cuando menos lo esperamos.
ResponderBorrarGracias por compartir este texto con nosotros.
Un beso fuerte preciosa ;)
Vos, Nana, lo has dicho más que bien. Soy yo la que te agradece, una vez más, el que dejes tus huellas en esta playa.
BorrarBesotes!!
Pasaste bien el reto.
ResponderBorrarY elegiste una imagen tan acorde para ilustrarlo.
Besos, paisana.
La imagen ha llegado al momento exacto, cuando el relato estaba listo.
BorrarBesotes, paisano.
Aquí estoy con el tazón de caldo por si es menester.
ResponderBorrarQué bonita la historia y que buena moraleja, todas queremos crecer, pero solo ocurre cuando estamos listas. un aplauso a tus historias siempre magnificas. Abrazos
Ainssssssss Ester... no sabés lo que daría porque realmente me pudiese sentar frente a vos, con una taza de caldo o de té... tengo la -justa- sensación que no me cansaría de escucharte.
BorrarGracias por estar siempre aquí, junto a mí y mis letras.
Besotes.
Y en qué se convirtió Lara al despertar? Hasta he pensado que podría ser algo como una mariposa. Me dejaste con la curiosidad esta vez.
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Se convirtió en todo lo que siempre había querido ser... mariposa, mujer, hada, guerrera... puede tener tantos nombres su metamorfosis.
BorrarBesos grandes como el mar, Dulce.
Bello mensaje nos deja ..todo llega cuando tiene que llegar .
ResponderBorrarBesos grandes Alma
Exactamente así... las mejores cosas suceden cuando menos lo esperas.
BorrarBesotes Cora♥
Sabio tu escrito. Me recordó un cuento de Bucay. Hermoso Alma como siempre. Beso
ResponderBorrarHe leído a Bucay hace muchísimo tiempo... tal vez algo me ha quedado en la memoria si quererlo.
BorrarUn besito, Dem.
My Gosh, me vi o.O
ResponderBorrarEs un texto precioso con el que
podemos identificarnos fácilmente
y la imagen, y la frase final todo un tesoro,
como siempre hago, lo guardo.... :)
Besos, Alma❤❤❤
Todo tuyo, mi niña... me alegro te haya gustado.
BorrarBesotes gigantescos, Ivel!