Sonó el despertador y no
deseaba levantarme, estaba tan bien debajo del edredón. Su perfume había
quedado en toda la cama, pero él se había ido. Era un amigo, alguien especial,
con derechos -¿o esos eran míos? ...vaya una a saber-, pero era ocasional. No
quería, por ningún motivo, que eso cambiara. Habían pasado muchos años, más de
veinticinco, desde que me había enamorado tan perdidamente que hubiese dejado
todo, mi vida entera. Pero no, él eligió marcharse y ya nada tuvo sentido. Me
prometí que no volvería a creer en palabras bonitas, y así hice.
El aroma del café
recién hecho invadiendo cada rincón de mi casa, fue el motivo perfecto para
finalmente iniciar la jornada. ¡Qué gran invento lo de la cafetera con timer!,
¿qué sería de mí sin ella? Por suerte no tenía que preocuparme de ello. Fui al
baño sin ningún apuro, tenía tiempo esa mañana. Todo estaba en su sitio,
exactamente como yo lo había dejado la noche anterior. Una de las ventajas de
vivir sola; aunque si... No, no debía pensar en ello.
Me vestí de forma
casual, mi trabajo comenzaría casi al mediodía, debía sólo pasar por los
tribunales para cerrar una de las causas que estaba llevando. Eso también se
había convertido en algo rutinario, muy lejos de lo que alguna vez había
imaginado. Y pensar que él no deseaba que estudiara abogacia; según su opinión
debía apuntar a algo creativo o a la enseñanza... al final, hubiese terminado
dándole la razón. Suspiré. Tomé mi café al vuelo y salí del departamento, ya
lavaría cuando regresara, total...
Como siempre, me
encargué de tenerme ocupada todo el día. No sé porqué pero últimamente me
costaba volver al departamento y estar sola. Todas mis amigas estaban en pareja
y con niños, parecía una epidemia. Mitad de semana y nadie estaba disponible para
una cena o unas copas. Tal vez debería haber pensado en conseguirme una
mascota, alguien que me espere en casa y se alegre con mi regreso. Decidí
dejarme de tonterías, llamé para que me trajeran algo de cenar, miré un poco televisión
y me fui a dormir sin más.
Ti ti ti ti... ti ti
ti ti... ti ti ti ti...
Mmmmmmmm... ese
despertador... –su voz aún dormida me susurraba en los oídos. ¿Lo apagás vos o
debo hacerlo yo... de nuevo?
Sentí el calor de su
cuerpo junto al mío, y una de sus manos bajo el edredón acariciaba mi espalda.
¿Soñabas? ...parecía
que te quejabas. –me preguntó, dándome un beso en la frente. Vamos... levántate
que preparo el desayuno, en cualquier momento se despierta tu hija.
Sólo sonreí.
Finalmente había despertado, ¿o era ahora que estaba soñando?
Es el número 41: Lo siento, pero vas a tener que acabar un relato
con 'un sueño de Resines'.)
Feliz cumpleaños,
amor...
...y todo el resto queda entre vos y yo ...♥
Un relato de los que llega, ilusiona el principio por su credibilidad y luego enamora por el final, el de ¿Ha sido un sueño? o ¿estoy soñando ahora? Un abrazo
ResponderBorrarMe alegra que te haya llegado porque para mí han sido unas letras especiales...
BorrarBesotes Ester.
Que relato mas bonito tan intimo Alma
ResponderBorrarBesitos enormes
Gracias Corazón... tú sí que eres bonita!
BorrarBesotes!
Apuesto porque fue un sueño, de esos que tardamos en olvidar.
ResponderBorrarBesos.
De esos Amowhor que son tan reales, tan vividos...
BorrarBesotes!
Cuando uno abraza la felicidad, se plantea muchas veces si lo vivido es un sueño… En cualquier caso, hay sueños que se sienten tanto o más, que la mismísima realidad…
ResponderBorrarHermosa historia, mi querida Alma…
Un abrazo grande, y muy feliz día 💙
Así es Gin, por eso, más que hacernos tantas preguntas, debemos disfrutar y vivir...
BorrarBesotes super, super grandes...♥
Si lo crees que con la fuerza suficiente no existe mucha diferencia entre lo soñado y lo real... pero sólo los locos logran hacerlo.
ResponderBorrarAsí que no importa, si parecía real, pues es real...
Pues entonces debo ser una loca, muy loca, Beauséant...
BorrarUn beso.
Pues mejor la realidad, que el sueño no parecía tan bueno. Bonito regalo para ese amor.
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Pues sí, mejor así Dulce... Gracias.
BorrarBesos grandes como el mar.
Hay sueños que son como una vida en sí misma.
ResponderBorrarResines nos mantuvo mucho tiempo soñando, y la verdad, es que fue toda una aventura de vida. La tuya, tu historia, no es menos.
Un beso enorme.
Ainsssssssssssssss... gracias Mag por pensarlo, sentirlo así...
BorrarBesisssssssssssssss hermosa!
Me quedo con esa mano bajo el edredón y ese aroma a café... si es un sueño o no... me quedo a vivir en él.
ResponderBorrarQué bonito Alma querida...
Mil besitos que te lleguen y feliz día ♥
Yo optaría por lo mismo Auro, sin dudas...
BorrarBesotes infinitos preciosa!
No acabo de decidir que es mejor, soñar despierto o despertar y creer que sigues soñando. Lo que odio profundamente es que se despierte mi mente mientras mi cuerpo sigue dormido...
ResponderBorrarSaludos!
Mientras te leía CleveLand pensaba a cuánto más peligroso es (y pareciera que algún que otro hay...) que tu cuerpo se despierte mientras tu mente sigue dormida...
BorrarUn beso.
Cara mia..
ResponderBorrarotra vez en el ruedo literario.
ya hablaremos!
Un besazo fuerte fuerte!!
Aleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
BorrarAunque nunca nos hemos dejado de sentir, me alegra muchísimo estés de vuelta!
Smu@ckssssssssssssssssssssssssss!
¿Que es la realidad y que es sueño? Un interesante planteo.
ResponderBorrarBesos, paisana.
Podríamos estar horas a filosofar sobre esto, Demi... al mejor estilo Matrix.
BorrarBesotes paisano.