lunes, 23 de septiembre de 2019

El grupo de animales yacía a sus pies. La sangre de ellos corría por sus manos. Pero no tenía otra opción. Le bastó ver entrar a su hija aquella noche. El vestido hecho jirones; el maquillaje corrido; el rostro desencajado. Lloró por días enteros. Había perdido la cuenta de cuántas duchas había tomado, hasta casi desprenderse la piel, hasta dejarse ir y sucumbir al dolor. Entonces, el sabor a metal invadió su boca, la furia cegó su razón y la brutal venganza guió sus pasos.


(Este microrelato pertenece a “Reto: 5 líneas” propuesto por Adella Brac.
Las palabras son las de los meses de Septiembre: metal - vestido - grupo.)

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