Esa mañana cuando abrió los ojos, el dolor le
hizo recordar que todo continuaba en el mismo exacto modo que lo había dejado
la noche anterior; y que ningún milagro había ocurrido en esas pocas horas de
sueño. Miró el celular y respondió al único mensaje que realmente le importaba:
“Estoy bien... aquí sigo... no te preocupes...”.
Y es que, cómo le explicaba que lo sucedido todos esos meses la había rota por dentro y nada tenía que ver
con la fractura de su pie.
(Este microrelato pertenece a “Reto: 5 líneas” propuesto por Adella Brac.
Las palabras son las de los meses de Julio: pie - rota - preocupes.)