Una tarde a la fin del verano, mientras el nonno
dormía la siesta, los tres primos decidieron jugar a las escondidas.
Seba, por ser el más grande, era el que contaba y
luego buscaba. Sabía perfectamente dónde se escondería Silvia, no porque ella
fuera muy obvia, es que en realidad no le gustaba mucho esconderse, y se dejaba
encontrar. Pero lo que sí le gustaba era “esconder” a su hermanito. ¡Los benditos celos! Por eso, lo convenció a entrar en ese viejo ropero, le dijo de quedarse
quietito y que aunque lo llamasen, no haciera ruido. Ella cerró la puerta y puso
unas cajas delante, marchándose. Como era de suponer, Seba no tardó en
encontrarla, y comenzó a buscar a Juan. Lo buscó por todos lados, hasta en el
sótano, pero nada..., y por más que gritaba su nombre, no aparecía. Pasó un
buen rato y como seguía sin encontrarlo, pensó que éste se había aburrido e ido
para su casa. Entonces entraron a lo de la nonna pidiéndole de hacerles la
leche mientras veían la tele. Estaban riendo a carcajadas cuando llegó la mamá
de Silvia a buscarlos.
Hola... veo que están merendando, ¿y Juan? –preguntó
mirándose alrededor.
Pensamos que había vuelto a casa tía... –dijo Seba
buscando la complicidad de Silvia, mientras ella seguía mirando tele como si nada.
Silvia... ¿dónde está tu hermano? –y ya se la notaba
nerviosa.
Creo que lo ayudé a esconderse en el armario del fondo...
–respondió ella suspirando.
¡¡¡Pero pasaron más de dos horas!!! –gritó Seba en tanto
que salía corriendo hacia el jardín.
Todos llamaban a Juan en voz alta y éste no respondía,
ni siquiera cuando la mamá muy asustada por lo que podía haber pasado, corría
las cajas de adelante y Seba probaba a abrir la puerta. Cuando finalmente
lograron hacerlo, ahí estaba él muy acomodadito jugando con unas figuritas.
Viste Silvia que no dije nada... –le dijo a su hermana
con los ojos llenos de orgullo. Y ella poniendo su carita más inocente
respondió:
-Bueno..., ahora que lo encontramos, ¿no habrá algo rico
para acompañar la leche?
(Este relato pertenece a los "Relatos Jueveros" y esta semana la convocatoria
fue hecha por Molí desde su blog "Molí Del Canyer".
Te invito a leer al resto de los participantes aquí!)
Y es que los celos son terribles, en cuanto a la pequeña Silvia ya promete. Algo para acompañar la leche....y ella tan tranquilita. Muy Buen relato, besos.
ResponderBorrarLos celos son tremendos, y a Silvia siempre le han repetido que moría por ellos... pero en realidad, ella amó a su hermano en el mismo instante que lo vió, y nunca conoció bebé más hermoso.
BorrarGracias por esta espléndida travesura... un beso.
jajaja, los celos hacen que se cometan barbaridades, pero en el fondo sólo son cosas de niños sin más malicia. Un placer leerte, Alma
ResponderBorrarMil besitos, preciosa.
Sólo fueron simples travesuras... cosas de niños sin maldades.
BorrarEl placer de encontrarte aquí es todo mío... besotes enormes Auro.
Aaaahh, que trio ese eh!! Muy buen relato Alma, me hiciste acordar las macanas que nos mandábamos de chicos... Igual!!!
ResponderBorrarBesotes ;*)
Hugo ¿sabés qué es lo que más recuerdo de mi infancia?... el sonido de las chicharras en verano... el poner las cucharitas del helado entre los rayos de la bici... el perfume a tierra mojada después de la lluvia...
Borrar...tuve una hermosa infancia, y de poder revivirla no lo dudaría un segundo.
Besotes flaco!
Uuuuuhhhhh... no lo digas dos veces; vamos, te acompaño ;)
BorrarBesote Alma
Tal vez Silvia puso demasiado enfasis en que dijera nada. Pero son travesuras.
ResponderBorrarBien contado.
Silvia suele ser muy convincente cuando quiere... aún hoy!
BorrarUn besote paisano.
Seguro que lo que le dieron a Silvia luego de su travesura no sabía tan rico :D
ResponderBorrarBesos dulces Alma y dulce fin de semana.
¿Sabés una cosa Dulce? ...aunque no lo creas, Silvia siempre pagaba los platos rotos, tuviese o no la culpa ...pero bueno, por sus compañeros de aventuras eso volvería a hacerlo infinitas veces más.
BorrarBesos salados como el mar y que tu semana inicie de la mejor manera, como te mereces!
Esos celos inocentes, que a veces pueden dar pie a tremendos desenlaces… En este caso, respiré aliviada, pues todo quedó en una travesura, sin más repercusiones que un buen susto…
ResponderBorrarUn placer leerte, sentirte y recorrer con tus letras, cada detalle y gesto, como si lo estuviera viviendo…
Muy bueno, Alma!! Mil Bsoss y feliz fin de semana!! ♥ :-)
Silvia ha hecho muchas cosas, algunas de las que no va orgullosa, pero jamás encerró a su hermanito por horas en un armario... su locura no llega a tanto.
BorrarMe encanta que vos recorras esta playa que ya es tuya ...miles de besos preciosa!
Ayyyyyy otro par que se las trae!...sobre todo la tal Silvia que se merecía un fuerte reto! jejeje
ResponderBorrarUn abrazo
Mónica creeme cuando te digo que de retos y castigos Silvia podría dar cátedras ...así y todo, quién le quita lo bailado?!
BorrarUn besote.
Menos mal que fue una simple travesura...por un momento pensé que se iban a encontrar al niño muerto o algo así...(es que siempre estoy tirando para mi terreno je,je) Una historia muy bien contada!
ResponderBorrarUn beso
Ayyyy Charo!!! ...creo que más allá de la etiqueta que dice "ficción" debía de poner algún tipo de aclaración... en fin.
BorrarUn beso.
Como si el mundo no fuera con ella. Calma y relajación, vamos.
ResponderBorrar¿Y no darse nadie cuenta de la ausencia del chaval?
¡Madre mía!
Un beso muy grande, traviesa.
Jajajajajajajajaja! ...es difícil hacerle perder la calma a Silvia. Y como dices, si hubiese dejado a su hermano dentro un armario, alguno se hubiese dado cuenta!
BorrarBesotes hermosa.
LOs niños son inocentes, pero menos. Lo prueba ese sentimiento de celos que anida en una tierna criatura. Podría haber sucedido algo grave, pero todo quedó en una travesura infantil.
ResponderBorrarUn abraazo.
Los celos son terribles, pero en Silvia siempre ganó el amor... sobre todo por su hermano.
BorrarUn beso.
El pobre solo obedecía lo que le decían, sin mirar las consecuencias.
ResponderBorrarUn abraZo
Él siempre confió en su hermana... él sabía que no le haría daño.
BorrarUn beso.
Con esos celos hay que tener un cuidado...
ResponderBorrarSí, los celos no son buenos... nunca.
BorrarUn beso.
Un relato muy interesante, que me ha tenido en vilo...Gracias que todo salió bien. Los niños son ángeles y demonios a la vez, a pesar de su inocencia..
ResponderBorrarMi felicitación y mi abrazo grande y feliz domingo, Alma.
M.Jesús
Demonios y ángeles... así eran ellos tres. Pero las travesuras las hacían juntos, cuidándose las espaldas como quién dice.
BorrarUn beso enorme María Jesús... y gracias por tus palabras llenas de afecto.
Ufff me estaba temiendo lo peor, así se comienza con los celos y Silvia parece que lleva camino de ser una psicópata, ¿o me aventuro demasiado?. Me ha gustado tu relato Alma.
ResponderBorrarUn abrazo.
Ainsssssssssssss pobre Silvia, hasta psicópata!!
BorrarVuelvo a aclarar que es una travesura "inventada"... los tres primos eran inseparables compañeros de aventuras, e hicieron mil y unas cosas, pero no llegaron a tales extremos!
Un beso Conchi.
¡Y pensar que me has tenido todo el rato sufriendo por ese niño encerrado en el armario...!
ResponderBorrarFelicitaciones por este relato juevero.
¡No quisiera yo tener una hermanita así!
Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
kasioles
¡Pobre Silvia! ...he hecho que parezca una pequeña hija del demonio ...en fin, lo bueno es que los tres han sobrevivido a todas esas travesuras.
BorrarUn besote Kasioles!
Hola Alma, me alegra estar de vuelta y leer un texto tan divertido. A mí me lo ha parecido, de verdad. Esa Silvia tiene mucha picardia y su hermano pobre... jajaja Yo sé lo que es ser la hermana mayor y es muy divertido tomarle el pelo a los pequeños, mientras la inocencia se sigue guardando en cada broma. Es lo bonito de ser niños, ¿no? Aun no conocemos del todo lo que es la malicia.
ResponderBorrarYa me quedo por aquí para darte guerra :)
Un besazo fuerte!
Nana!!! ...qué alegría me diste, no tenés ni idea!!!
BorrarSer la hermana mayor... menuda tarea! Aunque si creo, estoy casi segura, que a medida que Juan crecía, Silvia se sentía bajo su protección; como si fuera él el mayor... ;)
Repito, qué bueno que ya estés aquí, para dar guerra o para hacer fiesta, lo importante es que estés!
Besotes enormes!!!
Encantadora travesura. Los celos entre hermanos algunas veces pueden ser divertidos. Lo que más me gusto del pequeño fue la determinación y fidelidad hacia la hermana en no decir nada.
ResponderBorrar¡Relindo!
Beso
Juan es el mejor hermano que alguien pudiese desear... su lealtad no tiene límites, y es algo que Silvia sabe, y siente en lo más profundo... él es uno de sus pilares incondicionales.
BorrarUn besote Yessy.