miércoles, 29 de noviembre de 2017

Finalmente los resultados de las pericias habían llegado. “Muerte accidental”. Una frase, dos palabras, y la serenidad invadía su alma, terminando con todo.

Tres meses antes...

Casi medianoche y él no llegaba, ni siquiera un mensaje advirtiendo dónde estaba. No que comúnmente lo hiciera, sólo era otro modo de cubrir las apariencias. Decidió  llamar a la policía; pero no pudo decir más que estaba preocupada por su marido. Esa mañana había ido a escalar y aún no volvía, no creía fuese normal. Pero le dijieron que antes de las 48 horas no se podía hacer denuncia de desaparición. Igualmente, ella también había cumplido, ahora podría dormir tranquila.

A la mañana siguiente, ella despertó cuando tocaron a la puerta. Esta vez era la policía que había venido hasta allí. Uno de ellos le informaban que se había encontrado el cuerpo del marido en fondo al valle en donde había ido a escalar.

Ella sintió que las piernas le fallaban, la mujer policía tuvo que sostenerla para que no terminara a tierra. La acompañaron dentro, e iniciaron con las preguntas, decían que eran de rutina. Ella respondió a todo, que no sabía escalar, que su vértigo le había impedido siquiera probar, que a su marido no le gustaba la compañía, ya que era un solitario, y que ella había estado toda la tarde en una clase magistral en la Universidad.

Finalmente se marcharon, no sin antes decirle que investigarían, como era normal en esos casos. Más tiempo, tal vez unos meses más y todo terminaría, sólo quedaba esperar.

Un año antes aún...

Había llegado tarde del supermercado, es que en realidad la clase de aeróbica había durado más de lo habitual. Pero él no podía saberlo, y ya se encontraba en casa cuando ella llegó; lo que, como siempre, hizo que él se enfadara muchísimo. Comenzó a hablar en ese tono bajo que predecía la furia que arrasaría luego con todo. Ella se lo esperaba, pero no por eso dolió menos. El primer puño la dejó sin aire, el segundo la echó al suelo, y las dos patadas siguientes hicieron que quedara allí por los siguientes quince minutos. Cuando ella logró volver a respirar sin tanta dificultad, se arrastró hasta el baño. Demasiado tarde, la hemorragia era más que evidente del resultado final del último encuentro con su marido. Se duchó y eliminó cualquier signo de lo ocurrido. Decidiendo firmemente que esa, su “pequeña” esperanza en el futuro, sería su última pérdida.

El día siguiente había comenzado como siempre después de cada tornado. Un desayuno completo la esperaba en la cocina y su típica nota: “Nos vemos esta noche a la cena. Te amo.” Contrariamente a lo que se podía pensar, ningún fuego corría por sus venas, su alma se había congelado la noche anterior. Y con esa frialdad fue a casa de su mejor amiga, la única que sabía absolutamente todo, la única que podría ayudarla incondicionalmente. Bajo su nombre se inscribió a unas lecciones privadas con el mejor instructor de alta montaña. Poco a poco venció su vértigo, y se convirtió en una muy buena escaladora. Su marido nunca lo supo... hasta ese día.

Él partió esa mañana, como había hecho tantas otras veces. Le había dejado una nota; lo mismo de siempre, una velada amenaza bajo un simple “te veo a mi regreso...”. Desayunó y se fue a la Universidad, donde su amiga la esperaba. Intercambiaron sus ropas, sus documentos, y sus vehículos. Una entró a una clase magistral sobre arte moderna, la otra se dirigió hacia el grupo de montañas donde él había ido a escalar. No tardó en localizarlo, pero se cuidó bien de no hacerse ver. Lo observó mientras iniciaba a subir por la pared de roca. Siempre tan preciso, como cuando le señalaba sus errores, nunca en donde se pudiesen ver, con la fuerza adecuada para hacer daño pero que parezcan simples hematomas. Se apresuró a subir por el otro lado con el auto, no había nadie en kilómetros, esta vez agradecía su gusto por la soledad, y esperó. Esperó hasta que él llegó a la cima, lo vió mientras se descansaba y comía algo. Luego de unos minutos él se preparó a bajar; pasó su cuerda por uno de los dos clavos que habían e inició a descender. Conociéndolo, ella sabía que tenía veinticinco metros para realizar su plan.

Ella se enganchó al otro clavo y comenzó a bajar, lo hizo más rápido de lo normal. Su marido le gritaba, no la había reconocido. Cuando la vió era demasiado tarde. Ella ubicó su cuerda en modo que no colgara, y se sujetó a la de él haciendo peso. Había pasado días mojando todas sus cuerdas con un solvente inodoro y ahora era el momento de hacer que se rompiera. La cara de terror de él cuando se dió cuenta de lo que estaba ocurriendo tal vez hubiese podido pagar cada sufrimiento de esos últimos diez años. En cambio ella no se frenó; miró hacia abajo.

Por cada mentira... cada engaño... cada golpe... –le dijo antes que la cuerda terminara de cortarse y él hiciera un vuelo de ochenta metros.

Volvió a subir, recogió su equipo, borró sus huellas, y regresó a la Universidad. Se cambió nuevamente, y regresó a su casa, antes de las dieciocho. Si su marido no la hubiese encontrado, se enojaría, y ella no lo permitiría, porque como él decía siempre en público, ella era la esposa perfecta.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 43Convierte a tu personaje en un asesino.
Trabaja la coartada con esmero y cuida de no dejar pistas... todo ello sobre el papel.)

18 comentarios:

  1. Alucinante !!!!!!

    \m/ Chica Baires \m/

    ResponderBorrar
  2. Un relato digno de una película, aunque puede pasar en la realidad y de seguro sucede, pero es una medida extrema. Muy buen relato como siempre.

    Besos dulces Alma.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Una medida muy extrema... que lamentablemente pasa mucho más de lo que nos gustaría imaginar. Me alegra que éste te haya gustado.

      Besos grandes como el mar, Dulce.

      Borrar
  3. Eres la maga de los relatos, nos perfilas la situación y nos llevas de la mano, nos hacemos cómplices de la protagonista y nos das una alegría. Que bien escribes es estupendo poder leerte. Un abrazo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ainsssssssssssss Ester... ¡qué cosas dices!
      Hay veces que me siento más satisfecha que otras, ésta es una de ellas... y es doble la satisfacción cuando lectoras como vos aprecian.

      Besotes!!!!!!!

      Borrar
  4. guau!!! me mantuvo totalmente enganchada! Alma! qué pedazo de relato! me encantó,porque además trabajas en dos tiempos correlativamente!
    Como dice Ester,eres la maga de los relatos!
    besitos gordos mi niña!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Vos Ale, me matás... de verdad.
      Gracias por todo, por siempre estar allí y aquí...♥

      Besotes a montones!!!!!!!!!

      Borrar
  5. Woww!! Bueno buenísimo, mi querida Alma… Maravillosa trama, y fantásticamente narrado, de principio a fin… Para llevarlo a la gran pantalla! 👏👏👏

    Bsoss y cariños enormes, preciosa amiga, y muy feliz día 😘

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gin, vos sos la maga de los videos... dejo en tus manos el honor.
      Gracias preciosa por tan hermosas palabras.

      Besotes enormes, preciosa!!!

      Borrar
  6. Se nota que te mueves en este ambiente por los detalles y las formas y qué decir del relato. Es como estar ahí. Esos relatos oscuros te van que ni pintados. Los bordas :-) :-)
    Besos enormes.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Viniendo de ti es mucho más que un cumplido... lo sabes.
      Gracias, y mil veces gracias!!!

      Besissssssssss hermosa.

      Borrar
  7. Hola Alma, todo lo que sea intriga me gusta así que tu relato me ha encantado, muy bien planeado y él se lo buscó.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Conchi!! ...qué alegría encontrar tus huellas en la arena.
      Me alegra te haya gustado... Y, aunque él se lo haya buscado, yo espero que estas cosas dejen de pasar a un cierto punto... de ambas partes.

      Besos!

      Borrar
  8. Maravillosamente narrado, te felicito mi querida Alma, has hecho que disfrute con cada avance de la lectura.

    Me ha encantado el relato y su contenido.

    Mil besitos y muy feliz noche.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ufffffffff Auro... gracias, sé qué clase de lectora sos y es un gran cumplido tus palabras... gracias!!!

      Besotes infinitos.

      Borrar
  9. Podrá sonar feo pero sonreí
    cuando inició el plan y hasta el final,
    fue como verlo todo...
    ¡Qué relato, Alma! ¡Te felicito!
    Uno de mis favoritos....

    Con mi hermana a veces vemos un canal
    llamado Investigation Discovery
    que es de resolver crímenes,
    casos que no se han resuelto y así,
    a ella le encantaría este relato, mañana se lo paso :)

    Besazos, bonita!!!
    Buen inicio de mes, y buen fin de semana,
    quieroTe😘😘😘

    ResponderBorrar

Si quieres, déjame aquí tu huella...

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *