Hacia poco había
vuelto de viaje y me costaba retomar la rutina de horarios y actividades
cotidianas. Tan así era que, al despertar, me dí cuenta que por la noche no
había dejado el móvil en carga, por lo que ahora estaba tecnológicamente
incomunicada. Encima esa mañana había quedado con una amiga para encontrarnos
en la cafetería de siempre y ya llegaba tarde. En fin, no lo pensé dos veces,
dejé todo como estaba y bajé las escaleras tan rápido que no romperme una
pierna fue un milagro. Apenas salí y escuché la puerta cerrarse a mi espalda,
supe con absoluta certeza que me había olvidado las llaves dentro. Levanté los
ojos al cielo, de cara al sol y metí mis manos en los bolsillos de la chaqueta.
La misma que me había llevado por las dudas a ese paraíso de mar y arenas
blancas de esos días de vacaciones; y lo único que encontré fue la tarjeta de
embarque del viaje de ida. Podía interpretarlo como una señal, algo que me
decía: "volvé!"... ¿o no?
(Este relato pertenece a los "Relatos Jueveros"
y esta semana la convocatoria fue hecha por Mar desde su blog: "La bitácora de Mar".
Te invito a leer el resto de los participantes aquí!)
Totalmente... ¡¡¡Sí!!!
ResponderBorrarSi tú lo dices Enrique, entonces lo doy por cierto!!!
BorrarEsos bolsillos de esta semana guardan sorpresas estupendas, en el tuyo un relato con un toque de humor, quizá porque me he visto reflejada. Abrazos
ResponderBorrar😀...si te has visto reflejada, Ester, en algo nos pareceremos 😉
BorrarBesotes!
ays.. Mi luna salvaje te dice volvéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee... la luna racional,la Ale de todos los días te dice: vas a tener que llamar a alguien por teléfono para que te auxilie y en el peor de los casos a un cerrajero que te haga la maniobra y te permita entrar en casa.
ResponderBorrarMe encanta tooooooooooodo el sentido del texto,pero,todo todo eh? Vos me entendés.
requetemuackssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Ale, hoy desperté más porteña que otra cosa y eso de llamar al cerrajero para que "te haga la maniobra" me ha sonado tan, pero tan...😏😛 ...bueno, vos me entendés 😎
BorrarSmu@ckssssssssssssssssssss!
Cosas que pasan, mejor sacar billetes para la próxima escapada ;)
ResponderBorrarEs una muy buena opción, Alfred 😉
BorrarLa vida nos da señales aunque no siempre las sabemos interpretar.
ResponderBorrarEs verdad, Tracy... aunque a veces las interpretamos como mejor nos conviene 😉
BorrarTodo un mensaje, sin dudas, Alma! Me alegra reencontrarte por aquí 😁. Un abrazo
ResponderBorrarVerdad que sí, ¿no Mónica?
BorrarA mí me alegra haber vuelto a los jueves, espero poder continuar asiduamente.
Besos!
Puede ser una señal, aunque primero debes volver a casa, servirá esa tarjeta para abrir? :D
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Así es, Dulce, en cualquier caso deberé entrar en casa y no, no creo que esa tarjeta me sirva de mucho 😛
BorrarBesos grandes como el mar.
Quizás el universo marcaba que era tiempo de empre der una nueva etapa.
ResponderBorrarBesos, Alma
Me gustó tu interpretación, Myriam... mucho.
BorrarBesotes!
Hola bonita, me ha encantado leerte, y desde luego eso era una señal sin la menor duda ...debes regresar a ese paraiso ajjajaj. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarOk, no se hable más, me han convencido (no que haya sido un gran trabajo...😛) ...me vuelvo, Campi!
BorrarBesotes 😘
Siempre queda la opción de decir "es que me dejé las llaves, por no molestarte y por evitar el gasto del cerrajero, decidí esperar a ver quién llegaba a casa". Eso de supone toda la mañana de asueto para tus cosas :-)
ResponderBorrarY sí, no sé si será al mismo paraíso, pero a uno parecido, sí que sí.
Un beso bien grande.
Pues ¿cómo no se me había ocurrido esa opción? 😉 Tú siempre sabes una más del Diablo, Mag... jajajaja!
BorrarBesisssssssssssssss hermosa.
Toda señal tiene un propósito, Alma... no la dejes escapar... después de entrar en casa, eso sí :)
ResponderBorrarMil besitos con cariño y feliz finde ♥
Prometo no hacerlo, Auro...😉
BorrarBesotes infinitos y que tu fin de semana sea maravilloso 😘😘😘
Hay casualidades que parecen señales del destino ¿verdad?
ResponderBorrarUn abrazo y por ese día tremendo, que se arregle, acabando en sonrisas.
Yo, sinceramente, no soy una que cree en las casualidades; sí creo que hay causalidades de las cuales desconocemos sus 'explicaciones'... y esas señales es sólo cuestión de cómo las queremos interpretar...
BorrarTodo pasa, Albada, por suerte a veces... besotes con sonrisas!
Sutil y profundo
ResponderBorrarNos hace volar en todos los sentidos.
Besos Alma
Al menos es una forma muy económica e inofensiva de volar, Javier.
BorrarUn beso.
Yo creo que la vida da señales para seguirlas y en este caso fue eso lo que ocurrió, así que tendrás que volver a ese paraíso de mar.
ResponderBorrarBesos enormes a esa Alma bella que tienes.
Si tú me lo dices, Perlita, me pongo en marcha...😛
BorrarBesotes enormes y un abrazo con toda (el) Alma 😘
Quedarte en la calle sin las llaves, es toda una fatalidad que en alguna ocasión he experimentado. Lo de la tarjeta de embarque, creo que la mejor interpretación es sacar otra para volver a ese paraíso de arenas blancas y olvidarte de las p*tas llaves ;-)
ResponderBorrarGracias por participar.
Bss.
En esta ocasión ha sido un relato de fantasía, Mar, pero también me ha pasado de quedarme fuera de casa y sin llaves.
BorrarGracias a ti por esta divertida propuesta... besos y buen fin de semana!
Volvé!
ResponderBorrarel paraíso te está llamando...
Yo no tengo nada en los bolsillos.
Besos preciosa.
Hecho! ...me has convencido, Laura, ¿vienes conmigo?
BorrarBesotes muuuuuuuuchos!
Me gusta esa salida del relato, podría ser una buena alternativa para una rutina con contratiempos.
ResponderBorrarBesos, paisana.
Podría ser, Demi... aunque como han ya dicho, de todas formas hubiese tenido que entrar en casa 😛
BorrarBesotes paisano!
no creo en las señales, pero en este caso, en este caso... sí, me lo pensaría...
ResponderBorrarA que sí, Beauséant?! ...y es que no es para menos...😏
BorrarCon todo lo que le ha pasado, es una señal que haría dudar a cualquiera. Que lindo lo que puede provocar un pequeño recuerdo de un viaje que ha sido bueno. Ojalá y pueda regresar. En fin, un bello relato.
ResponderBorrarQue tengas una agradable semana.
¡Saludos!
Gracias Gisela por tu huella, por lo que dices...y sí, lo que ha pasado haría dudar a cualquiera, aunque en realidad, mi parte racional sabe que es una excusa para volver a donde he estado más que bien.
BorrarSaluditos!!!
Todo final es un comienzo de algo. Un olvido o despiste quizá no tan desafortunado. Besos
ResponderBorrarMe encantó esa forma de ver, Max, me parece de lo más positiva.
BorrarUn beso.
Y la inminente decisión de volver o no hacerlo.
ResponderBorrarMuy bueno.
Besos
¿Se podrá tomar esa decisión? ...¿quién sabe?
BorrarUn beso, Oso.
Ojalá le ponga acciones a esa señal, hay veces que todo sale del revés pero también es cierto que de repente si saber cómo, todo vuelve a salir bien.
ResponderBorrarBesos
Siempre he creído que todo suceda "por algo o para algo", Conxita, aún si no podemos explicarlo o comprenderlo...y todo vuelve a su sitio 😉
BorrarBesotes!
Que sería sin ese final que da la opción de un nuevo comienzo...com estrella nova.
ResponderBorrarDebemos estar atentos, a esa explosion de energia, para quedarnos con lo mejor que a veces no lo vemos, y lo tenemos muy cerquita.
Para meditar Alma, quedo en reflexión.
Un placer haber venido, gracias por tu huella en mi humilde blog.
Un beso y feliz día.
Pues yo también me quedo reflexionando con tus palabras, Carmen.
BorrarEl placer de que también estés aquí es todo mío, gracias a ti.
Besos y disfruta tu semana!
Me suena, me pasa.
ResponderBorrarAsí que en la calle, sin llaves, con prisas, sin teléfono, llegando tarde y la señal que venía del bolsillo. Uhmmmm!! Parece un lunes loco. Que podría acabar super loco también con la llegada de un cerrajero guaperas... Aquí pueda haber temita jeje! Un placer leerte. ❤️❤️
Jajajajajaja Mari José que tú ya me escribes una novela!!! ...pero si tenemos que llamar a un cerrajero y pagar ciertas cifras, pedir que al menos sea guapo es el mínimo 😛!
BorrarUn placer que tú estés aquí... besos!
Vuelve claro. El teléfono ni se te ocurra. Y no dejes de mirar al cielo.
ResponderBorrarBeso
Aparte de (querer) seguir tu consejo, Erik, me encantó eso de no 'dejar de mirar el cielo', aún a riesgo de tropiezos o caídas, lo haré.
BorrarBesotes.
No todo lo que pasa hay que tomarlo como si fuera una señal...¿o si?. Un placer leerte. Saludos.
ResponderBorrar¿Sinceramente? Yo no creo en las "señales", Sheol, creo que todo es cómo se lo quiera ver...
BorrarEl placer de tus huellas es todo mío, un beso.
Buenas noches Almabaires, un buen relato lo malo es que ahora solo le tocaría llamar al cajero para que le abriese la puerta de casa sin no quería dormir en la calle, te deseo una feliz semana besos flor.
ResponderBorrarHola Flor... en realidad te diré que, aunque no parezca, ella es una mujer bastante precavida y siempre tiene a más de uno con "llaves de reserva", justamente para no llamar al cerrajero...😉
BorrarBesos y muy buena semana para ti también!