La noche es oscura y la
calle está particularmente silenciosa. Hace ya unos minutos que sonó la medianoche.
Lo único que se oye claramente es el sonido de sus tacones en el
asfalto. Se para, tira su cigarrillo, y lo pisa apagándolo...
Entra al hotel y se dirige
a los ascensores. Las puertas se abren. camina por un largo pasillo, Toca a la habitación. Él la estaba esperando. su voz la invita a entrar.
Él la contempla desde el sillón, en el
ángulo del cuarto. La observa. sus ojos verdes son lo último que queda de esa luz que él poseía. Se acerca a ella. con una mano le acaricia
la espalda hasta la nuca. la atrae hacia él y la besa. Evita mirarla a los ojos en todo momento. la conoce ya…, conoce su
maldad. Ha tenido sus pequeñas dosis.
Él la besa con pasión, la
desea. no sabe amar de otra manera, es su naturaleza. Pero ella tiene la suya, y
tampoco puede ir en contra de ésta. Lo ha hecho antes y volverá a hacerlo. Él lo sabe, por eso no la
mira a los ojos. Por cuantas palabras dulces ella use. por más que lo envuelva
en sus encantos. por más que ésta sea otra noche de amor desesperada… ella volverá a herirlo. Y esta vez, tal vez, sí
logre vaciarlo …matarlo.
La noche casi ha terminado
y la tregua otorgada por las ganas de su cuerpo también. Ella vuelve a vestirse,
sin siquiera mirarlo una vez. Ya no le interesa. Él la ha visto por dentro y éste es el resultado. Él yace inmóvil sobre la
cama. la que antes ardía en deseos y ahora a la que sólo envuelve el frío
de la muerte. La muerte del alma. Sale de la habitación cerrando la puerta
detrás de ella. sin decir una palabra. Silencio absoluto. Como si fuera un
espectro. Retoma el ascensor y sale a la calle. Aún es de noche. Enciende otro cigarrillo
e inicia a caminar mientras la oscuridad la envuelve.
En definitiva, ella es Medusa y él sabía que
transformaría su corazón en piedra, convirtiéndolo en un inhumano. Esa es su naturalezza. la única culpa de él ha sido
amarla.
(Este texto
pertenece a los "Relatos Jueveros” y esta semana
la
convocatoria fue hecha por El Demiurgo desde su blog “El Demiurgo deHurlingham”.
Te invito a leer el
resto de los participantes aquí!)
Espero no toparme con ella, pero si fuma no me acercaré ;) Muy buena historia Alma.
ResponderBorrarBesos dulces.
Dulce, yo también espero que vos nunca "caigas" bajo el influjo de una Medusa.
BorrarUn beso salado como el mar.
¿Y cómo no amarla a pesar de su naturaleza malvada? Sabía cual era el peligro pero tenía que afrontar ese riesgo.
ResponderBorrarInteresante referencia a un comic.
Besos.
No elegimos de quién enamorarnos, es verdad, pero a veces hay que distinguir "amor" de "obsesión".
BorrarMe encantan los comics Marvel, y pensé sería una buena oportunidad para escribir algo de ello.
Un besote ...y felicitaciones otra vez, por los tres años de tu blog y por esta convocatoria!
Preciosa historia Alma, cargada de detalles que aun mas te hacen sentirla
ResponderBorrarBesos muy dulces
Gracias Slave, me gusta que la hayas podido sentir, y me encanta verte por aquí.
BorrarBesitos salados, para que no nos falte nada. ;)
El la contempla, la acaricia, la besa, la desea... Con gran corazón y Ella perversa inhumana, qué distintos.
ResponderBorrarMe encantó tu precioso relato, mi querida Alma, un placer leerte y sentir lo que has escrito con Tu Alma.
Un beso muy grande, mi preciosa y querida Alma.
Él no sabe amar de otra forma, sino entregándose por completo, aún sabiendo que Ella lo destruirá.
BorrarPor suerte todo es ficción ...¿o no?
Un besote enorme preciosa Maria.
Arrollador y devastador relato. Ese amor requirió entregar lo que más valoraba, su corazón, su mente, su alma y sus fuerzas. Después de todo lo disfruto sin importarle las consecuencias. Es así como debió amar a esta grande de la mitología griega.
ResponderBorrarSaludos
Así es Yessy... la amó a pesar de cualquier consecuencia, a pesar de cualquier probabilidad... la amó sin arrepentimientos, y entregando todo... como se debe amar.
BorrarMe encanta verte de vuelta, un beso.
Está bien amar dejando el alma en ello pero como bien dices, también hay que saber dejar de amar, o dejar de obsesionarse. No hay que confundir. El amor es lo que te hace sentir bien, lo que te hace grande, lo que te enriquece, lo que te aporta... ¿De que sirve entregarte a unos brazos de espino si te rompen, te sesgan toda capacidad de volver a amar o de darte la capacidad de perderte en unos brazos que te acunarían sin más, por el mero hecho de verte feliz?
ResponderBorrarNo quiero encontrarme con un personaje así ni de lejos pero existen tantos, tantas... así... Que la vida les va en "matar" a quien les aman...
En fin, lo que yo digo: Una para saber y otra para aprender... Pero hay que saberse dar la vuelta.
Un beso enorme.
No se puede amar sin entregar el Alma en ello... pero como bien dices, el amor, el verdadero, el sincero; no daña, no lacera, no extorsiona... pero ¿qué te digo si tú lo has ya dicho todo? ...pues todo eso, y sobre todo, aquello que callas.
BorrarUn besote enorme hermosa.
No es mal final morir amando y cautivado por la mirada de esos ojos verdes...me encanta la reinterpretación que has hecho...apetecible, muy apetecible.
ResponderBorrarBesos
No, no estaría mal morir amando... ni amar hasta morir... el tema tal vez con una Medusa es que te "mate" por amarla, pero como dices, ¿quién se hubiese resistido a esos ojos verdes?
BorrarGracias por tu huella Max, me alegro leerte nuevamente, un beso.
Irresistible pasión que se desata aún presumiendo que será su final. Al final somos tan simples como un mantis macho. Un relato que me ha cautivado.
ResponderBorrarBesos.
Juan no creo que ningún ser sea "simple", todos tenemos nuestras complejidades.
BorrarQué bello haberte cautivado con mis letras.
Un beso.
Es lo que tiene Medusa: una pasión irresistible pero al final, te deja de piedra.
ResponderBorrarBuen relato.
Un abrazo.
Será cuestión de aprender y estarse lejos... con todas las Diosas que hay por ahí, ¿por qué sucumbir a una Medusa?
BorrarUn beso.