jueves, 15 de octubre de 2015

Ella comenzó a llorar.
Como cada vez que debía darle la espalda y volver. Dejándolo allí.
Sentía un dolor tan grande al hacerlo. Algo tan profundo e inexplicable. Como si hubiese nacido dentro de él.
Y las lágrimas continuaban a rodar silenciosas por su rostro. Hasta que una llegó a sus labios. Sintió que era salada. Y aquello la hizo sonreir.
No necesitó preguntar, su corazón infantil ya había encontrado las respuestas. Su alma tenía, sentía, cuál era la explicación.
Él estaba dentro de ella. Seguía protegiéndola, cubriéndola.
Cuando llorase, él limpiaría y curaría sus heridas. Él, en sus lágrimas, le recordaría que todo pasa. La haría pensar a sus mareas; a sus más fuertes tempestades y como luego llega la más profunda calma.
Él la acompañaría siempre y ese era su modo de recordárselo. La sal de sus lágrimas eran la prueba de que él formaba parte de ella.
Él era, es, y será siempre, la esencia de (su) Alma.




(Este texto pertenece a los "Relatos Jueveros" y esta semana
la convocatoria fue hecha por San desde su blog "Y nacimos casualmente".
Te invito a leer al resto de los participantes aquí!)



36 comentarios:

  1. Siempre he pensado que eres un pececillo en un charco que le que queda pequeño, que echa de menos la inmensidad del azul o del verde, la bravura y la calma... Y sí, es que somos del y de agua y, tal vez, por ello nuestras lágrimas sean una reminiscencia de ello, para que no nos olvidemos.

    Y tú eres de mucho mar.

    ¿Sabes? Las lágrimas son diferentes, según sean de alegría o de pena...

    Un beso enorme.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tú me conoces bien, has sentido (mi) Alma desde el primer momento... y sí, muchas veces echo de menos el mar, ese inmenso océano Atlántico que me vió crecer y al que siempre he sentido pertenecer.

      Te quiero Mag... a veces creo que ese sea el problema, yo soy de mucho (a)mar... besotes!

      P.D.: cómo me reí imaginándome como un pececillo... he pensado automáticamente a Dory ...jajajajaja!

      Borrar
  2. Me ha gustado mucho, es un texto ameno y agradable de leer a la par que bello. Besos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Cristina, nada mejor que te sientas a gusto en mi playa. Un beso.

      Borrar
  3. Precioso relato Alma, has conjugado imagen y letras a la perfección.
    Un beso y muchas gracias por acudir a la convocatoria.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. San gracias a vos por tan amena e interesante convocatoria. Un beso.

      Borrar
  4. La esencia de un alma manando de otra alma. Qué bonito verlo así!!!
    Ternura, Alma, me ha encantado toda esa ternura consumada.

    Mil besitos y feliz tarde, preciosa.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Aurora, lo que es bonito es que tú me veas así!!!

      Un besote y que tu fin de semana sea tan maravilloso como lo eres tú.

      Borrar
  5. Mar, sal y alma confluyendo en esencia. Muy poético.
    Un abrazo

    ResponderBorrar
  6. Refrescante relato lleno de sentimientos puros...aunque haya surgido alguna que otra lágrimita, el amor está presente---bss

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es verdad Mirella, pese a las lágrimas, el amor siempre está y es muy muy grande.

      Un beso.

      Borrar
  7. Me ha encantado tu relato. A veces hay personas que dejan tanta huella que viven dentro de nosotros.
    Un abrazo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Siempre hay quien nos seña, quien (se) hace parte de uno.

      Un beso.

      Borrar
  8. Me ha encantado la última frase, mi querida Alma, que recalco: "Él era, es, y será siempre, la esencia de (su) Alma".

    Su alma encontró la respuesta, la protegía, la mimaba, la cuidaba, siempre pendiente de ella, siempre en ella, siempre con ella.

    Un placer leerte, mi preciosa Alma.

    Un beso muy dulce de seda.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Él es parte de mí, desde siempre... no puedo explicar con palabras lo que me produce, lo que siento cuando estoy con él, en él...

      Y como te digo siempre, el placer que tú pases por aquí y me dejes tus huellas llenas de afecto, es todo mío.

      Un besote enorme y un abrazo fuerte fuerte desde (el) Alma.

      Borrar
  9. El sabor de la presencia, ese que se degusta con todos los sentidos.

    Besos dulces y dulce fin de semana.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. No lo había pensado... "el sabor de la presencia", me ha encantado esta frase tuya, y es que se nota cuando alguien es un poeta, y vos lo sos!

      Un beso salado como el mar, y que tu fin de semana sea estupendo!!!

      Borrar
  10. Las lagrimas le saben a mar, entonces son mar para ella. Un hallazgo.
    Y la imagen lo ilustra tan bien. Te felicito.
    Besos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Demiurgo... después del detalle en tu casa, y ahora tus palabras, sólo me sale decirte: Graciassssss de ♥.

      Besotes!

      Borrar
  11. Para una imagen tan potente, un texto que juega en armonía e intensidad.
    ¿tu alma llena de mar?
    El mar seguro hoy se llenó de tu alma, para encontrar sus respuestas.
    besos, con el alma mía, que cruzan un charco pequeño hasta tu porteña morada.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ainssssssss Casss qué lindo lo que has dicho!!!

      Un besote enorme.

      Borrar
  12. Las lágrimas saladas como el mar. Algo que la reconforta para ella.
    Un saludo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Una vez su abuela se lo había "explicado" y a ella esta razón la reconfortaba y le bastaba...

      Un beso Pikxi.

      Borrar
  13. Ese salitre fue la respuesta que necesitaba. A veces hay que indagar en nuestras más ocultas profundidades para comprender y sorprendernos, pero ante todo, para descubrirnos. La imagen con la que sellas el relato, termina poniéndole ese dejo de blanca espuma que lo acaricia y completa.
    Besos!
    Gaby*

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Qué gran verdad Gaby*... nada mejor que bucear en nuestra alma para descubrirnos y ser...

      Un beso y gracias siempre de pasar y dejarme tu huella.

      Borrar
  14. Eres tan gran escritora y con tanto dentro que, mi dulce Alma, a mí me has recordado a Mario Benedetti en aquellos versos a su padre:
    Por instruirme en la vida
    y enseñarme a no mentir.
    Por preocuparte por mis problemas
    y recompensa no pedir.
    Por enseñarme nobles valores:
    el amor, rectitud y compasión,
    justicia, desinterés, trabajo,
    caridad, verdad y el perdón.
    Por todos tus desvelos.
    Por tu amor paternal.
    Hombres como tú hay pocos.
    Eres un padre ideal.
    Por cumplir con tus deberes.
    porque nunca me fallaste.
    Porque contigo contar siempre puedo.
    Hoy y siempre mi amor te entrego.
    Porque siempre estás ahí,
    tendiéndome tu cálido abrazo.
    Por ser modelo en mi vida.
    Por siempre creer en mí.
    Por todo esto padre, te aprecio,
    y a Dios de nuevo agradezco
    por en mi vida tenerte a ti.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ainsssssss Pitt, mi querido Pitt... vos me dejás sin palabras, con la emoción a flor de piel y los ojos llenos de estas gotitas de mar...
      Vos me "ves" tanto, que a veces temo sea demasiado... y que te haya hecho recordar al gran maestro Benedetti, ufffff... gracias Pitt... no conozco otra palabra, por eso te digo "Gracias" de ♥ y con toda (el) Alma...

      Un beso inmenso como el mar ...y sabé que tu comentario ya está guardado entre mis más bellos tesoros.

      Borrar
  15. Que relato tan intenso, tan romántico. Esa lagrima salada, con su final estremecedor.
    Encantadora lectura.
    Saluditos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Esas lágrimas que desde chica me consolaba pensar que eran gotitas de ese océano que tanto amo...

      Un beso Yessy y gracias de tu huella.

      Borrar
  16. Sabor a mar hasta en los recuerdos, sabor a sal es la respuesta a las preguntas cuando ya no esté.
    Bello.
    Un beso

    ResponderBorrar
  17. Un relato muy romántico y bello...

    Muchos besos.

    ResponderBorrar
  18. Me identifico con ese amor por el mar que se manifiesta en tus letras. Soy de tierra adentro, pero llevo muchos años acercándome al mar y dejándome seducir por él. No he llegado al punto de llorar por la añoranza, pero sí que lo necesito en mi vida.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ainssss Pepe... yo también he nacido tierra adentro pero desde siempre, sin saber el motivo, cada vez que debía volver y dejarlo, las lágrimas me "saltaban" a los ojos... es una inmensidad que te llena.

      Un beso y gracias por tu huella.

      Borrar

Si quieres, déjame aquí tu huella...

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *