Aello... creo sea una
de esas ninfas de los bosques... ¿cómo se llaman? –preguntó esa extraña joven
con cuerpo de pájaro.
Una hamadríade,
Ocipete... –contestó la primera arpía, levantando las cejas en gesto de
desaprobación. Una hamadríade... ¿puede ser que siempre olvides todo?
Mara continuaba a escucharlas sin abrir los ojos. No sabía cómo ni porqué pero estaba segura que se encontraba en alguna parte de la zona Iconoclasta. Lo último que registraba su memoria era estar detrás de los pasos del Viajero Interdimensional.
Mara continuaba a escucharlas sin abrir los ojos. No sabía cómo ni porqué pero estaba segura que se encontraba en alguna parte de la zona Iconoclasta. Lo último que registraba su memoria era estar detrás de los pasos del Viajero Interdimensional.
Vamos... despierta...
–comenzaron a decir ambas arpías casi al unísono. ¡Despierta ya!
¿Qué es lo que hacen
ustedes aquí? –pronunció una voz grave y masculina, e hizo que Mara abriera rápidamente
los ojos, sentándose en el colchón de hojas donde se encontraba.
Poderoso Quirón...
–respondió Aello mientras Ocipete se metía detrás de ella. Hemos encontrado
durmiendo a esta ninfa y hemos sentido curiosidad.
Saben bien que no
deberían estar por aquí... –sentenció serio el centauro.
Quirón... siempre tan
severo... –dijo Aello mientras bajaba la mirada y le hacía dulces gestos.
Déjanos al menos saber
quién es la ninfa... –agregó Ocipete que no pudo ocultar su curiosidad.
En ese momento, Mara Laira decidió ponerse en pie, dándose cuenta que sólo iba vestida con una túnica, tan trasparente que dejaba muy poco a la imaginación. Pero ella era quien era, por lo que no se sonrojó, al contrario, alzó la cabeza mirando al centauro directamente a los ojos. Lo desafiaba, y ella lo sabía.
En ese momento, Mara Laira decidió ponerse en pie, dándose cuenta que sólo iba vestida con una túnica, tan trasparente que dejaba muy poco a la imaginación. Pero ella era quien era, por lo que no se sonrojó, al contrario, alzó la cabeza mirando al centauro directamente a los ojos. Lo desafiaba, y ella lo sabía.
¿Podría saber tu nombre,
bella ninfa? –preguntó Quirón sosteniéndole la mirada, mientras las arpías inquietas
esperaban también escuchar la respuesta.
Me llamo Mara Laira...
–respondió ella. Y no soy una ninfa del bosque o nada que se le parezca.
Entonces, ¿qué eres? –preguntó
Aello.
Y, cosa más
importante, ¿qué haces aquí? –agregó Ocipite en tono un tanto irónico.
El centauro se colocó
por delante de Mara con el paso sereno, pero dirigendo una mirada furiosa a las
arpías.
Señoras... –comenzó a
decir Quirón tratando de parecer tranquilo. Creo que ha llegado el momento que
ustedes dos desaparezcan o...
Ohhh Quirón, por
favor... –dijieron ambas arpías, casi gritando.
Estoy perdiendo la
paciencia... –repitió Quirón. Ustedes saben que no son bienvenidas en esta zona
del bosque.
Mara Laira escuchaba como el centauro y las arpías discutían animatamente, y comenzó a sentirse mal. Se sentía mareada y parecía que la tierra se moviera bajo sus pies. Se apoyó al enorme ciprés que tenía detrás; y Quirón lo notó.
Mara Laira escuchaba como el centauro y las arpías discutían animatamente, y comenzó a sentirse mal. Se sentía mareada y parecía que la tierra se moviera bajo sus pies. Se apoyó al enorme ciprés que tenía detrás; y Quirón lo notó.
Ninfa Mara, es mejor
si te recuestas... –dijo Quirón mientras la ayudaba, y las arpías continuaban a
estar alrededor de ella, esperando cual aves de rapiña que eran.
No sé qué me está
sucediendo... –respondió Mara Laira.
Pues yo sí sé lo que
te está sucediendo... –comenzó a explicar Quirón. Están cayendo las hojas y con
éstas tú, una hamadríade, desaparecerás; terminará tu ciclo de vida y volverás
a renacer con la próxima primavera...
Pero ya he dicho que
yo no soy ninguna... –Mara Laira no terminó la frase, cayó en un profundo
sueño.
(...)
Mara... Mara Laira... –continuaba
a repetir, llamándola, el Viajero Interdimensional.
Creo ha sido un error
lo de las clases de equitación para su regalo de cumpleaños... –afirmó Duality
mirando a Atalanta, quien la había llevado vendada hasta el establo.
¿Cómo podía imaginar
que se desmayara a ver un poderoso puro sangre?! –trataba de defenderse la
misma Atalanta.
Comenzaban a
preocuparse.
Quirón ¿puedes decirles
a las arpías que dejen de gritar? –preguntó Mara Laira, mirando hacia el
Viajero. Es mi cumpleaños y lo único que obtengo es un tremendo dolor de
cabeza...
Mara Laira había despertado, y sonreía mientras el Viajero Interdimensional la ayudaba a levantarse. Todos iniciaron a reír. Decidieron dejar la equitación para otra oportunidad e ir a festejar el cumpleaños de alguna forma más tranquila.
Mara Laira había despertado, y sonreía mientras el Viajero Interdimensional la ayudaba a levantarse. Todos iniciaron a reír. Decidieron dejar la equitación para otra oportunidad e ir a festejar el cumpleaños de alguna forma más tranquila.
¿Cómo es que nos llamó
Mara Laira? –preguntó Duality a Atalanta mientras dejaban el establo, entre
perpleja y divertida.
Con este relato vuelvo a participar a los Relatos Jueveros;
y lo hago por una ocasión muy especial... el cumpleaños de Mara Laira.
Personaje de un amigo especial de esta playa, el Demiurgo... para vos!!!
Es el número 15: Escribe un relato en que tres personajes mitológicos
-no importa la cultura- son los protagonistas.)
Nunca ningún personaje ha recibido tantas y ta literarias felicitaciones. Un abrazote
ResponderBorrarPuede ser... Creo que se ha hecho querer, casi cuanto el autor.
BorrarBesotes Ester!
Ahh muy entretenido!! Una buena manera de festejar un cumple!
ResponderBorrarToda una sorpresa!!!
BorrarSmu@ckssssssssssssssssssssssssss!
Creo que se debió al viaje interdimensional, que le produjo ese sueño. O incluso la emoción, algo a lo que Mara tal vez no esté acostumbrada.
ResponderBorrarUna clase de equitación, no lo habría imaginado como regalo.
Mara confundida con una hamadriade. Tiene mucho sentido porque tuvo mucho que ver con el origen de La Amante del Bosque.
Me gustó esta fusión de convocatorias, muy bien cumplidas.
Me gustó mucho.
Besos, paisana.
A mí sinceramente, lo que más me importa es que te haya gustado, y haber estado presente (al menos un poquito...) en esta ocasión tan especial para vos, Demi.
BorrarBesotes, paisano.
Un relato donde veo a Mara como una duendecilla virtual ..es cierto que ella le gustan los bosques tal vez su sueño fuera convertirse en un hada poderosa donde cuidar de su especie ..desde luego imaginación no te ha faltado así pues me gusto leer otra versión muy bien.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz tarde.
Creo que es un personaje que nos deja imaginar muchísimo... todos los personajes de Demiurgo lo hacen...
BorrarBesotes Campi!
Para mi una vision distinta de Mara.
ResponderBorrarBeso diferente.
Me alegra haber podido dar otro enfoque.
BorrarBesos, Fabián.
Qué bonito, Alma!! me ha gustado mucho tu participación y desde aquí mis felicitaciones para Lara Maira. Es todo un personaje de mujer.
ResponderBorrarMil besitos para tu día, preciosa.
Gracias Auro... me alegra te haya gustado.
BorrarBesotes infinitos, preciosa!
Muy divertido y tan mezclado que casi uno no sabía si era hoja o Quirón. Haz mezclado diferentes ambientes y entremezclado también los personajes.
ResponderBorrarArpías... era la forma de llamarlas :-9 Bueno eso me ha venido a mí.
Un beso enorme.
He mezclado, sí... pero es que no deseaba faltar...
BorrarBesissssssssssss hermosa!
Qué bueno… Enriquecedora siempre tu fantasía e imaginación, y en este caso, con esos últimos trazos de humor… Me encantó, mi preciosa Alma!!
ResponderBorrarBsoss y abrazos gigantes, y muy feliz noche! 🌜💙
Esta vez sí puedo decir que he volado bastante... jajajajajaja!
BorrarBesotes enormes, Gin... ♥ ♥ ♥
Punto de encuentro entre dos mundos paralelos a consecuencia de un golpe en un accidente. Ingeniosa manera de abrir juego a una impensada aventura de la inefable Mara! Me alegra que retomes tu oarticipparti en nuestros encuentros semanales, en mi caso, está vez no hallo la inspiración. Un abrazo
ResponderBorrarGracias Mónica! ...veremos si logro continuar, no digo semanalmente pero sí más habitualmente.
BorrarBesotes!
Es un relato especialmente bonito, lleno de fantasía y delicadeza.
ResponderBorrarMe ha parecido precioso... un placer leerte.
Un beso.
Gracias Sakkarah!! ...el placer de tu compañía es todo mío.
BorrarBesotes!!
Buen relato con tintes de humor, que facilidad tienes para las historias.
ResponderBorrarBesos dulces y dulce fin de semana cumpleañera ;)
Y mira que ésta me ha costado!
BorrarBesos grandes como el mar, Dulce... y gracias por estar siempre presente, aún en pequeños detalles.
Buenas noches Alma , un relato precioso me a gustado mucho pero lo mejor es la dedicatoria y tarjeta de cumpleaños , a un personaje como es Mara Laira , felicidades a las dos , a ti por tan bello homenaje y otro por nuestro amigo en común Demiurgo , te deseo una feliz noche y mejor fin de semana besos de Flor.
ResponderBorrarBuenas noches Flor... gracias, de verdad gracias por lo que dices.
BorrarBesotes!
Quizas su sabiduria sea su mas potente poder por eso puede mostrarse asi con una tunica transparente de pureza sin nada que esconder irradiando belleza.Un abrazo
ResponderBorrarQuizás... creo que con Mara Laira, todo puede ser.
BorrarBesos.
Una visión totalmente distinta de Mara, me gustó
ResponderBorrarun beso, Alma
Pues sí, se me dió por convertirla en una ninfa... jajajajajaja!
BorrarBesotes Ame.
Hola, Alma
ResponderBorrar¡Aaah, la fantasía mitologica! Una trama muy bien elaborada con la primavera, al género de la fantasía juvenil. Mara Laira una bella ninfa, fusionada con una mágica travesía, para luego transmutarse en una una hamadríade y descansar en un profundo sueño. Muy original reto, me gusto.
Saludo
Hola Yessy!!! ...bueno, que vos me digas que mi relato te ha gustado y es original, es más que un cumplido, ya que los tuyos son siempre una pasada!! ...me has regalado una sonrisa de oreja a oreja!!
BorrarBesotes.
Se ve que este Jueves Mara Laira anda "despelotá" por algunos blogs.
ResponderBorrarAsí ha sido Tracy...
BorrarBesotes!