Reto
23:
Un
mes para viajar, para volver a ser pequeño y disfrutar de las fiestas. Para
acabar esa obra de Dickens que dejaste a la mitad hace cien años y de ingorda en
familia. También tiene que ser un mes para viajar entre letras.
Un
libro que te haga viajar y que se desarrolle en un país exótico.
Elección:
“Viaje a Oxiana”, de Robert Byron
Sinopsis:
“Poética,
erudita, y ácidamente humorística a la vez, la narración que Robert Byron traza
de su peregrinaje a través de Persia y Afganistán en los años treinta, en busca
de los orígenes de la arquitectura islámica, es una obra maestra en su género.
Al hacer revivir con animada autenticidad a unos personajes y unos paisajes, “Viaje a Oxiana” se convierte en una oda
apasionada a la búsqueda de la aventura, en el retrato evocador de un heroico y
visionario viajero.”
Inicio
diciendo: a mí me encanta viajar. Simple. Soy una persona que inicia a
disfrutar el viaje cuando; si es por aquí cerca, se sube al auto; y cuando es
más lejos, desde que comienza a preparar las maletas. No importa si el paisaje
es el mismo que veo desde hace años; ni si tengo que esperar horas en un
aeropuerto. Me gusta viajar, ver pasar las imágenes de ese paisaje visto infinidad
de veces; o el rostro de las personas que cruzo en el aeropuerto; siempre he
pensado que podría escribir muchísimas historias con lo que se puede ver por
allí. Pero, pese a todo esto, jamás había leído un libro sobre viajes, ni nada
parecido. Por eso, cuando comencé a buscar, me di cuenta que entre los títulos
de mi –ya famosa– lista de espera, figuraba éste que es considerado, nada menos,
que una obra maestra en su género. No lo dudé, y fue mi elección.
Y
fue una excelente elección sin dudas. Robert Byron nos cuenta bajo forma de
diario un viaje que emprende partiendo desde Venecia (ciudad que adoro por
demás) pasando por Palestina, Siria, Irak, Persia y Afganistán. Todos sitios
más que interesantes por conocer; y que, aún si hoy por hoy el hombre y sus
circunstancias los hayan convertido en peligrosos, no han perdido un ápice de
misterio y encanto. El autor no sólo nos describe el paisaje y su arquitectura,
de la cual era un amplio conocedor; sino que nos habla de su gente, de sus
modos de vivir... de toda la belleza, pero también de todas las sombras.
“(...)
Nunca he encontrado un esplendor de este tipo antes. Cuando me
paré allí, se me ocurrieron otros interiores para compararlos con: Versalles, o
las habitaciones de porcelana de Schönbrunn, o el Palacio Ducal, o la de San
Pedro. Todos son ricos; pero ninguno tan rico. Su riqueza es
tridimensional; Todo el esfuerzo de la sombra lo asiste: en la Mezquita de
Sheikh Lutfullah, es una riqueza de luz y superficie, de patrón y color
solamente. La forma arquitectónica no es importante. No está
sofocado, como en el rococó; es simplemente el instrumento de un
espectáculo, como la tierra es el instrumento de un jardín. Y luego, de
repente, pensé en esa desafortunada especie, en los modernos decoradores de
interiores, que se imaginan que pueden hacer que un restaurante, un cine o el
salón de un plutócrata se vean ricos si se les da suficiente dinero para el pan
de oro y el espejo. Poco saben qué aficionados son. Tampoco, por
desgracia, hacen sus clientes.
(...)”
(Fragmento
de “Viaje a Oxiana”, de Robert Byron)
Un
largo y encantador viaje. Algo que en la era de la globalización, tal vez, ya
sea impracticable; pero nos queda el diario de un sueño. Un libro de un
verdadero viaje, el viaje de descubrimiento del otro y, de este modo, de uno
mismo.
A la próxima!
Hay tantas maneras de viajar si uno quiere, no solo físicamente, sino como propones, mentalmente con la imaginación embarcada en un buen libro como parece ser este que presentas.
ResponderBorrarBesos dulces y dulce semana Alma.
Y cuando no puedes viajar físicamente, hacerlo con la imaginación es una de las mejores formas.
BorrarBesos grandes como el mar, Dulce
Leer es un modo de viajar. Un abrazo Alma uno grande
ResponderBorrarUn modo hermoso de hacerlo, ¿no Ester?
BorrarBesotes!
Siempre he dicho que un buen libro nos transporta de mil maneras y sin movernos del sillón. Gracias por tu presentación mi querida Alma... Promete esta propuesta.
ResponderBorrarMil besitos que te lleguen y feliz día ❤
Si un libro no nos moviliza, no nos deja diferentes una vez que lo hayamos leído... tal vez no valga la pena.
BorrarBesotes infinitos Auro...♥
Normalmente un buen libro, te hace viajar, incluso hay poetas que nos llevan a lugares insospechados. . .
ResponderBorrarBesazos.
Así es Amowhor, un libro te hace viajar, te transporta... y lo hace un poeta, un ser... especial.
BorrarBesotes!
Qué buena reseña! Dan ganas de irse sin rumbo!
ResponderBorrarGracias!
Esas ganas a mí me vienen hasta sin reseñas... jajajajajajaja!
BorrarSmu@ckssssssssssssssssssssssssssssss Ale
me encantan esos libros de cuando el mundo era más pequeño y un viaje a la otra esquina del globo era toda una aventura de incierto final...
ResponderBorrarparece que eso ya lo hemos perdido, ¿verdad? Abres el instagram y, zas, apareces en cualquier lado, todo fotografiado, censado y anotado.
Te entiendo Beauséant, aunque son años que me he alejado de muchos de los sitios virtuales, y en los que estoy -excepto en éste- participo poco o nada... (la última vez que he publicado en Fb, por ejemplo, estamos hablando de algunos años atrás)...
BorrarBesotes!
Un viaje por tierras de desierto.
ResponderBorrarViajar es tener en la palma de la mano una brújula por el alma.
Un beso.
Creo -estoy segura- que este libro te encantaría Mag...
BorrarBesisssssssssssssssssssssssssssssssssssssss!