El invierno había
convertido a la ciudad en un lúgubre muestrario de tonalidades grices. El
cielo, plomizo, parecía a punto de llorar y, sin embargo, me encantaba caminar
cuando era así. Perder mi mirada en las calles del puerto cuando los rayos
iluminaban el horizonte. ¿Serían acaso un presagio? Tal vez hoy finalmente lo
vería; lo encontraría cara a cara. Sólo así, mirándolo a los ojos, podría
entender el porqué de aquel gesto para conmigo, aún si esa respuesta ya no
importase.
Mis pasos, lentos, no
tenían eco, el asfalto los absorbía. Como yo había hecho con mi rabia todo ese
tiempo. Cruzaba a la gente pero ellos no me veían. Nunca lo hicieron, ¿por qué
ahora tendría que ser diferente? En cambio, yo sí los veía. Veía cómo se
arrastraban cual muertos vivientes; ellos y sus desilusiones; ellos y sus
apatías; ellos y sus hipócritas satisfacciones; ellos y sus traiciones. Ellos,
que como él, iban tan impunes en eso que llamaban vida.
Y ahí estaba; sentado
en el bar de siempre. En cierto modo, me encantaba que fuera tan rutinario, me
haría las cosas más fáciles. Esperé a que saliera y lo seguí. Ya era de noche y
él caminaba distendido hacia nuestra casa. Había visto su sonrisa, debía
admitir que no había perdido una pizca de su atractivo. Colocó las llaves en la
puerta, me pegué a su espalda y entré con él.
Te dije que no debías
hacerlo... que vendría por ti... –le susurré. Esta vez, ni la muerte nos
separará.
Continué a sonreir mientras
me iba, llevándome la única cosa de él que siempre había deseado tener.
(Este microrrelato pertenece a los
"Relatos Jueveros"
y esta semana la convocatoria fue hecha
por Mag desde su blog: "La trastienda del Pecado".
Te invito a leer el resto de los
participantes aquí!)
Se quedó con su corazón, pero sin latir por ella.
ResponderBorrarBesos.
Dicen, Alfred, que todo tiene sus pro y sus contra.
BorrarBesos.
¡Promesas que se cumplen! Quería su corazón y se lo llevó, sin ningún tipo de problema, sin piedad, mirándole a los ojos, con la franqueza de quien se sabe vencedor.
ResponderBorrarUn relato en el que se puede sentir la adrenalina, el respirar de quien no vive, los pasos muertos...
¿Sabes? No siempre me pasa pero hoy me he quedado con ganas de más... Me quedé en los pasos que se perdieron.
Muchísimas gracias por participar, Almi. Un relato tremendo y SENTIDO, porque creo que lo has vivido al escribirlo igual que yo al leerlo. Eso es transmitir.
Un beso enorme.
:-) Me he adelantado a tu enlace así que te tengo ya en el listado. Millones de gracias.
Pues gracias por haberlo sentido como me lo transmites, Mağ, porque sé que eres sincera. Sabes que dudaba de participar porque esto del gótico no es mucho para mí, pero me ha llegado la inspiración (fueron días productivos esos, ahora estoy en pausa nuevamente... jajajajaja!) y aquí/allí estuve.
BorrarGracias a ti, siempre y por todo... tú sabes.
Besisssssssssssssss!
Inquietante relato, más con ese final donde la venganza cobra su palabra. En cierta forma se asemeja al personaje de mi poema, que se devora los corazones. O aquí también lo hace?
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Tienes razón que nuestros personajes se asemejan, Dulce... aunque el mío sólo se lo ha llevado el corazón, pero como me gustan los finales abiertos, pues tú puedes continuarlo como desees.
BorrarBesos grandes como el mar.
Tiene esa oscuridad que me gusta y atrapa. La feminidad grandilocuente sin dejar de lado ese parte perversa u oscura de los seres que dejan de ser de este lado de la luz.
ResponderBorrarMe ha encantado, Alma. Te felicito.
Mil besitos con cariño y feliz día ❤️
Creo que una mujer con sed de venganza puede ser muy oscura y, seguramente, muy terrorífica... ¿no Auro?
BorrarBesotes infinitos ♥
Guauuuuuuuuuuuu... relatazo.
ResponderBorrarSin más, sutil,elegante, tremendo y terrorífico!
Me ha encantado,sobre todo ese final!
Brutal Alma, brutal!
Mil besos preciosa
Gracias Ale... vos sabés que me gusta hacer parte al lector de las historias, y de eso se trata que imaginen la continuación...
BorrarSmu@ckssssssssssssssss!
Terrorífico relato en donde los vivos se confunden con los muertos en medio de un ambiente deshumanizado y gris. Bien logrado! un abrazo
ResponderBorrarCuando caminas por ciertas ciudades en las tardes de invierno, Mónica, te aseguro que más de una vez te preguntas si las personas que cruzas están vivas o muertas...
BorrarUn beso.
Vaya, relato que nos dejado muy interesante ..elegante y lleno de misterio como debe ser ..jajaja
ResponderBorrarMe gusto leerlo amiga .Un abrazo y muy feliz noche.
Gracias Campi, el que te haya gustado es mi satisfación.
BorrarBesos.
¡Hola! Muy literal esto de quedarse con su corazón. ¡Qué fuerte! Pero se lo buscó y como dicen, sarna con gusto no pica.
ResponderBorrar¡Un abrazo!
¡Hola Roxana!
BorrarPues sí, creo -o imaginé- que en cierta forma se lo buscó, vaya uno a saber porqué... pero bueno. Me alegra te haya gustado.
Un beso.
Aterrador, escalofriante y magnífico relato. Ya puedo imaginarme la crispación en la cara de él al verla.
ResponderBorrarBesos
Pues yo no quisiera encontrarme con nadie que ya haya partido, Myriam... sinceramente lo digo, soy un poco -mucho- miedosa con esas cosas.
BorrarBesos!
Seguro que a mas de uno le interesa como funciona lo de volver para vengarse. Pues yo tomo partido por ella. Un abrazo
ResponderBorrarSeguro Ester... aunque tal vez sería mejor o no vengarse, o no esperar tanto.
BorrarMe encanta tu solidaridad femenina!!!
Besotes.
vaya, vaya, todos son muy valientes hasta que se les aparece un espíritu. ;)
ResponderBorrartener hábitos fijos facilita que alguien se haga el encontradiz@ contigo, ya que sabe dónde encontrarte.
besos!
Puedes ponerle la firma a eso, Chema... hasta el más pintado afloja en esos casos, creo yo...
BorrarBesotes!!!
Muy bueno. Me ha encantado el momento en que se cruza con los transeúntes, desde esa visión tan intimista y oscura: “Veía cómo se arrastraban cual muertos vivientes; ellos y sus desilusiones; ellos y sus apatías; ellos y sus hipócritas satisfacciones; ellos y sus traiciones”.
ResponderBorrarUna maravilla, e impactante final.
Me ha encantado, preciosa Alma.
Abrazos enormes con cariño, y muy feliz noche 💙
Me gusta que te hayas fijado en ese detalle, Gin, porque de verdad que esa sensación la he tenido paseando por Buenos Aires o por Milán en días de lluvia...
BorrarBesotes enormes preciosa!!!
Al final se llevó lo que quería...su corazón.
ResponderBorrarMe ha encantado...has ambientado tan bienla secuencia que me has llevado hasta allí y me has dejado con ganas de más...
Me ha gustado...mucho...
Un besazo¡
Al final sí, Amando... aunque me pregunto si en definitiva sería cómo lo quería... sin latido. Las respuestas se las dejo a ustedes...
BorrarBesotes gigantes!
La venganza se sirve en platos fríos, ¿no dicen eso?, pues ella aprovechó para procurar que hiciera frío en la noche que decidió ajustar cuentas.
ResponderBorrarUn abrazo.
Eso dicen, Tracy... y nada más frío que lo que está muerto.
BorrarUn beso!
Me hiciste recordar (no sé por qué) esa gran canción que dice "Le dí mi corazón, pero quería mi alma..." Cuando el amor duele tanto es tétrico, no?
ResponderBorrarAbrazo, Alma.
Sos genial Carlos... y me encanta la lectura que hiciste, de verdad mucho.
BorrarBesos!
El relato está con el punto de vista de la criatura extraña, convertida en peligrosa, para cumplir con una promesa. Producto del amor de de una obsesión.
ResponderBorrar¿Había algo de culpa en él?
Bien logrado el clima sombrío del relato.
Besos, paisana.
Un amor... una obsesión... culpas, ¿quién sabe, Demi?
BorrarMe gusta jugar con ustedes, que continúen la historia e imaginen el final.
Besotes paisano!
Qué fuerte. Pero lo bordas con esa puesta en escena. Una mujer agraviada es un peligro, seguro, peligro de muerte
ResponderBorrarUn abrazo
Ni que lo digas, Albada... de las cosas más peligrosas en la tierra!
BorrarBesote!
Qué bueno, Alma, me ha parecido magnífico. Y es uno de esos relatos que te apetece que siga...
ResponderBorrarUn beso!
Gracias Carmela, viniendo de ti es más que un halago.
BorrarBesotes!
Va a ser verdad, que al final, el tiempo pone a cada uno en su sitio.
ResponderBorrarBesos.
Continúo a querer creer que así es, Amowhor.
BorrarBesotes!
Tu relato de aires góticos es atrapante, qué bien logrado, mi querida Alma, me alegra que te hayas unido a la propuesta de Mag, siempre las hace muy interesantes.
ResponderBorrarBesos enormes a tu bella Alma.
Gracias Perlita por ver siempre con buen ojo mis letras... eres un amor.
BorrarBesotes enormes preciosa!
Cumplió su palabra y disfrutó de ello
ResponderBorrarMuy buen relato, AlmaBaires
Beso
Si después de tanta espera, no se disfruta, Mujer de negro... mejor no hacer nada... jajajajajaja!
BorrarGracias por tu huella; besos!
A mi mi corazón me lo devuelves...¿vale? que sino no se que hacer conmigo 😍
ResponderBorrarBesotes amor.
Mmmmmm... me lo tendré que pensar Laura... porque mira que yo a tu corazón lo cuido y cuidaré siempre!
BorrarBesotes 🐻
El corazón es un órgano que hay que compartir aun con el riesgo de que lo lastimen, es de egoístas no dejar que te lo rompan de vez en cuando. A veces incluso te lo roban y no pasa nada. Me ha gustado mucho, esa oscuridad, atrapa... Un abrazo.
ResponderBorrarEstoy totalmente de acuerdo contigo, Sheol... aún a riesgo de sufrir, el amor siempre valdrá la pena.
BorrarUn beso.
Pero que malvada!!! No debería encontrar paz en toda la eternidad después de quitarle a la vida a su amado por puro egoísmo.
ResponderBorrarMuy bueno.
Bss.
Bueno, Mar, si te consuela, no creo que la encuentre... 😉
BorrarBesos!
Me gustó mucho tu contribución a los relatos jueveros. Muy bien narrado y correspondiente de principio a DIN con la temática elegia. Te deseo suerte, pues de todos los relatos leídos es uno de mis preferidos.
ResponderBorrarAbrazo.
Gracias John, dicho por ti es más que un cumplido... por el resto, aquí no se gana más que el placer de escribir y compartir.
BorrarUn beso.
ResponderBorrarBello e intenso relato
Inquietante que deja un poco a la libre interpretación algunos puntos.
Que lo hace aun más atractivo.
besos sin latidos.
S
Gracias Siciality... debo reconocer que me gusta escribir historias con muchas interpretaciones y con finales abiertos.
Borrar¿Besos sin latidos? ¿Acaso está muerto? ...jajajajajaja!
Baci baci.
Bufff vengativa, el micro te ha quedado muy pero que muy inquietante.
ResponderBorrarBesos
Gracias Conxita... sabes que tus palabras son siempre más que un cumplido y un motivo para superarme... ya quisiera yo escribir como tú.
BorrarBesotes!
Ufff, impresiona. Te felicito por tu habilidad con la pluma.
ResponderBorrarBesos.
Ainssssssssss Musa... gracias, aunque sabes que no creo sea para tanto.
BorrarBesotes!
No hay que dejar cosas pendientes. Ni esta vida ni en ninguna otra (si es que la hubiera).
ResponderBorrarSaludos!
Totalmente de acuerdo contigo, CleveLand.
BorrarUn beso.
Aterrados y anunciado. Promesa cumplida y juntos para siempre. Me gustó. Un beso
ResponderBorrarUn honor y placer que te haya gustado, María José.
BorrarUn beso.
Peliagudo relato, cosas pendientes, no siempre se puede cumplir con dejar las cosas bien atadas. Me ha gustado mucho.
ResponderBorrarUn saludo
A veces algo sólo queda pendiente por el modo en que te vas, Victor...
BorrarUn beso.
Un relato muy bueno, si se llevo su corazón es porque era suyo y así lo sentía, si no lo tuvo en vida quizás mejor aun en la muerte...
ResponderBorrarMe gusta mucho este tipo de relatos y el tuyo fue fascinante y terrorífico con una sencillez y elegancia sin igual
Gracias
Besos
Gracias Ayelen por apreciarlo así, por sentirlo así.
BorrarUn beso.