martes, 19 de diciembre de 2017

Allí estaba ella, de nuevo sola. Sus hijos ya eran mayores y su marido casi ni estaba en casa. Aunque igualmente lo estaba aún cuando las personas a su alrededor no faltaban. Eso era lo que sentía, aunque pudiese aparentar algo diferente. Se levantaba cada mañana y mientras cumplía con aquellas tareas que muchos retenían obligaciones y ella sabía eran sus propias elecciones, reflexionaba en lo demoledora que se había convertido su vida. Una rutina de la que no lograba escapar ni evadir, de la cual se sentía cada vez más prisionera.

Una tarde, no sabría definir si por inercia o completo aburrimiento, se conectó a internet con su portátil y comenzó a navegar sin un rumbo determinado. Luego de unas horas visitando muchos sitios y no viendo ninguno, estaba por salirse, cuando apareció en su pantalla la página inicial de una red social. No sabía qué, pero hubo algo que la atrapó.

Comenzó a conectarse diariamente; leyendo y compartiendo las cosas que le resultaban interesantes. Fue así que decidió transcribir las poesías que hasta ese momento sólo tenía para sí misma, en ese viejo cuaderno que la acompañaba desde los veinte años. Para su sorpresa empezaron a leerla más y más personas, que le hacían cumplidos por sus letras. Y entre todos los comentarios, apareció él.

Primero fue sólo a través de comentarios, alguna opinión sobre los libros leídos o la música que se escuchaba. Luego comenzaron las conversaciones privadas. Y sin darse cuenta en cuál preciso momento, pasó a ser una parte importantísima de su día a día. Si iba al cine, no veía la hora de volver para conectarse y comentar la película junto a él; leía absolutamente todos los libros que le recomendaba, y luego intercambiaban opiniones; se contaban cada mínima actividad que realizaban, desde el desayuno hasta las buenas noches. Él lograba percibir sus estados de ánimo en unas simples líneas, y ella era la única capaz de contenerlo y serenarlo en esos días en que sentía que la única salida era arrasar con todo.

Fueron amigos por muchísimos años. Ella se convirtió en abuela, y él fue papá por primera vez. Nunca fueron más allá de una conexión internet, pero estuvieron más cerca que muchos otros que conviven toda la vida. Se conocían, se tenían, se sabían, se eran.


(Este relato pertenece a los "52 retos de 'El libro del Escritor'".
Es el número 37Escribe un relato en el que los personajes se conozcan a través de las redes sociales
y se desarrolle en este medio toda la trama.)

16 comentarios:

  1. Deseo que tu Navidad este inundada de felicidad. ¡Mis mejores deseos para ti con el deseo que pases una Una Feliz Navidad y disfrutes de la compañía  de tus seres queridos. Que el espíritu de estas fiestas  perdure siempre en nuestros corazones.

    Un cálido abrazo

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    1. Muchísimas gracias Sneyder.
      Deseo que tus días, estos y todos los que vienen, sean maravillosos.

      Besotes y muy felices fiestas!!

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  2. Un final feliz, en estas fechas es lo que toca. Unos abrazos festeros

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    1. Ojalá siempre todas las historias tuviesen final feliz.
      Ya pasaré por tu casa, Ester.

      Felices fiestas, besotes!

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  3. Así pasa, muchas veces quienes conocemos en la distancia logran vernos realmente mejor que quienes conviven a diario con nosotros, supongo porque en la distancia uno se muestra más interiormente.

    Besos dulces navideños Alma.

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    1. Puede ser una razón, quién sabe...

      Besos grandes como el mar, Dulce.

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  4. Me ha encantado,me ha emocionado! Me he sentido tan identificada...
    Gracias Alma!
    Un besazo!

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    1. Ainsssssss Ale... con tan poco, me has dicho mucho!

      Besotes enormes, corazón!

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  5. Por mi experiencia debo decir que sí, esas cosas pasan y ocurren de la manera más extraña que una se pueda imaginar. Sin saber cómo ni por qué, se conecta con alguien de una forma muy difícil de explicar.
    El relato es muy realista, natural y sencillo, como la vida, que a veces nos cruza en caminos que no esperamos.

    Un beso fuerte :)

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    1. Así es, Nana...esas personas logran vernos y sentirnos como muchas a nuestro alrededor no pueden.

      Besotes gigantes.

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  6. Suele pasar que la gente que está a través de una pantalla, ya sea de móvil o de ordenador... te conoce más que quien convive día a día contigo.

    Mil besitos para tu Navidad, mi preciosa Alma.

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    1. Tú lo has dicho, Auro... yo creo en esa magia.

      Besotes infinitos!

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  7. Paso a desearte unas felices fiestas navideñas y una entrada de año repleta de salud y bienestar. Un beso.

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    1. Muchas, pero muchas gracias, Musa...y que el doble de todo lo que me deseas, sea para vos!

      Besos.

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  8. Qué bonito, mi querida Alma… Has plasmado con esa tu esencia maravillosa, una situación con la que me siento identificada, así como muchos se sentirán… A veces, por estos lares se crean conexiones muy hermosas y profundas…

    Bsoss navideños y cariños enormes, preciosa amiga 😘

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    1. Obviamente se produce esa conexión maravillosa, nosotr@s lo sabemos bien!

      Besotes grandes, grandes...❤️❤️❤️

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