Nat y Sil fueron amigas desde el mismo instante
en que se conocieron, 33 años atrás. Ambas no podían ser más diferentes. Nat
era rubia con los ojos color miel, que irradiaban toda la dulzura de su alma.
Sil con su pelo azabache y sus ojos negros profundos como la noche. Compartían
todo; se contaban todo, y lo que no, igual lo sabían, tenían el don de leerse
el alma, sin necesidad de palabras, bastaba escucharse la voz o mirarse a los
ojos.
En la medida que crecían, más se unían. A Sil le
encantaba ver el magnetismo que tenía Nat; nadie resistía a sus encantos, a su
sonrisa. Sil la admiraba.
Pero un día sucedió lo impensable. Nat traicionó
la confianza de Sil. Y aún si lo hizo por buenos motivos y sin el más mínimo
ánimo de hacerle daño, Sil se sintió profundamente herida. No hubo razones, ni
explicaciones…, algo se había roto.
Pasaron tres largos años, donde se cruzaban casi
a diario. Nat pedía disculpas con la mirada, Sil le pagaba con el peor de los
castigos, la indiferencia. Pero Nat no se daba por vencida; y cuando a Sil le
tocó pasar por el momento más delicado de su vida, ella, sin pensarlo un
segundo, hizo un paso adelante.
Volviste… -dijo Sil con una dura esperanza
contenida.
Nunca me fui, sólo me mantuve a distancia… -respondió
Nat, extendiendo la mano y abrazando a Sil, porque sabía que era demasiado
orgullosa para admitir que lo anhelaba.
Hoy no son simplemente amigas, son la familia que
se elige, son hermanas. Siguen sintiéndose y leyéndose el alma, pese a la
distancia. Han aprendido que quién te ama no está a salvo de herirte. Pero
cuando el sentimiento es verdadero todo se salva, todo se cura.
Y el tiempo
pasó…
Aunque
pretendamos que no
invitablemente
lo ha hecho
y, aunque no
puedas creerlo,
sin pedirnos
permiso.
Pasó, y
volver atrás,
es imposible,
lo hecho,
hecho está.
Pasó y nadie
te pedirá perdón
ni tú lo harás,
tal
vez ni siquiera,
recuerdes
el por qué,
ni
por quién.
Pasó
y crecimos,
no
te ví llorar,
ni
reir;
no
te ví feliz
pero
tampoco triste.
Quién
iba a decir,
que
pasaría tan rápido;
que
iba a separarnos
justo
a vos y a mí,
que
ibamos a voltear fronteras
pero
de la mano.
¿Qué
pasó? ¿Qué hicimos mal?
Hoy,
después de tanto tiempo,
son
preguntas que ya
no
tienen ningún valor.
Si
este tiempo pasó para bien,
para
vos, para mí,
no
pasó en vano.
Si
después de este tiempo
vos
y yo podemos un día cruzarnos,
saludarnos,
hacer
un silencio,
y
decir ‘te quiero’.
No
en vano ha pasado el tiempo,
no
en vano he esperado
ese
perdón que nunca va a llegar
pero
que bien se puede reemplazar,
por
un beso,
un
abrazo,
un
jamás te pude olvidar
porque
eras mi amiga
y
de verdad.
Y,
aunque no nos haya pedido permiso,
qué
suerte que pasó,
porque
ya crecimos y sabemos
valorar
lo que es una
verdadera
amistad.
Nat-1992
Muy hermoso, todo!!!!
ResponderBorrarAbrazo
Gracias Cristina... de verdad, gracias!
BorrarUn beso.
Qué lindo todo lo que has escrito mi preciosa Alma, porque tienes un corazón que late en cada una de tus palabras.
ResponderBorrarUn beso muy grande para una persona tan especial.
María, vos sos una mujer con el alma y el corazón enormes, eres Poesía en estado puro, y para mi es un honor tu aprecio y afecto, el que me demuestras con cada palabra.
BorrarUn abrazo enorme, con (el) Alma y muchísimos besos.
Amores reñidos son amores queridos...
ResponderBorrarCuando la amistad es tan fuerte y los lazos y vínculos intensos, puede que se fragmente algo en determinada ocasión pero, al final, la verdad y el sentimiento de querer es lo que prevalece.
Un beso.
Si lo sabremos vos y yo, ¿no? ...pero, como has dicho, el sentimiento, lo verdadero prevalece ...y dura en eterno.
BorrarTe quiero, lo sabes ¿no?
Infinitos besos.
Lo sé... Sshhhhhh...
BorrarNada ha cambiado desde aquel entonces ... Que decir cuando no alcanzan las palabras? Solo ganas de abrazarte, cerra los ojos y sentí tu alma junto a la mía... El amor no sabe de distancias.
ResponderBorrarPd: Hermoso tesoro tenias guardado !!! Ya no recordaba ese escrito, pero al leerlo fue como si lo hubiera escrito hoy =)
Te amo.
Nada... nada ha cambiado. Somos cada día más fuertes. Vos sos la hermana que me dió la vida, la que elegí, y la que me eligió. En vos confié mi tesoro más grande, y es hermoso oirle llamarte madrina. Y se me hincha el pecho cuando tus hijos me llaman "tía", porque nuestro amor, que no sabe de tiempos y distancias, ha traspasado.
Borrar(Mi) Ama está siempre a tu lado, lo sabes... lo sientes... como siento yo la tuya, siempre.
Te amo...hermana mía.
Mi querida Alma, no dejo de emocionarme con lo que escribes...
ResponderBorrarY este relato en particular me ha llegado hondo, allí donde mi alma está en un rinconcito, sentada...
Una amistad tan fuerte no se rompe así de fácil.... ;)
Que bonito, amiga mía....
Mi cariño más sincero.... Besos todos!!!!
Ivel... mi niña especial... digo siempre que nada es casualidad, y cuando dos almas se encuentran, se tocan, es por una razón, aunque no podamos entenderla muchas veces... y en algunos de estos casos el (re)encuentro es en eterno... así lo creo yo al menos, así lo siento.
BorrarMi abrazo fuerte, lleno de afecto, el que te has ganado y muchos, muchos besos!
Los lazos son los que importan, y solo uno mismo puede darles importancia.
ResponderBorrarBesos dulces.
Tienes el don de expresar con pocas palabras la esencia de un sentir ...gracias por dejarme siempre tu Dulce huella.
BorrarUn beso salado como el mar.
Alma...es precioso...hay tan pocas amistades capaces de soportar el paso de las tormentas...tal vez porque no son reales...pero es tan complicado reconocer a veces las reales de las falsas...supongo que una de las misiones de los momentos oscuros es esta...
ResponderBorrarNo es un buen día...
un besazo enorme!!
Ainsss Peque... sabes que no me gusta leerte así, sentirte así... las amistades verdaderas, el afecto verdadero, sobrevive a las tormentas, es más, se refuerza con ellas. Y es el tiempo quien te enseña dónde está lo real y verdadero ...el tiempo pone cada cosa en su sitio ...sólo debemos tener paciencia.
BorrarTe abrazo, con toda el alma, para mimarte ....miles y más besotes, y ya sabes, cualquier cosa, estoy ...♥