La conocí una tarde
cualquiera. Allí iba yo concentrado en mis cosas cuando la ví. Lo que sentí fue
como un rayo en el más sereno de los cielos.
Recuerdo sus cabellos, recogidos…, aunque si ese mechón
continuaba a caérsele delante de los ojos. Era tan bonita. Sola debajo de ese
árbol, con su libro como única compañía.
Comencé a ir día trás día,
sólo para verla desde lejos. No
encontraba ninguna excusa para acercarme, y eso que no solía ser para nada
tímido. Hasta que un día, decidí “robarle” uno de sus libros a mi hermana, uno
de esos que leen las mujeres, e ir antes de la hora de siempre. Por suerte aún
no había llegado, por lo que puse el libro debajo del árbol donde ella se
sentaba, con unas flores que había recogido de camino al parque, de esas campanillas lilas que tanto me gustaban. Y me alejé para observarla.
Llegó y al notar el libro
se detuvo. Miró para todos lados, pero no logró verme. Se sentó y comenzó a
leerlo. Luego de unas horas y antes de irse, se sacó una de las cintas con las
que tenía sujeto el pelo y la colocó dentro el libro, dejándolo donde yo lo
había puesto. Cuando estuve seguro que ya no estaba cerca, fui a recogerlo. Con
la cinta había marcado una parte del libro donde contaba cómo el valiente
príncipe se presentaba a rescatar a la princesa de la soledad de su torre. Una
sonrisa se dibujó en mi cara.
Fueron pasando los días,
las semanas, yo le dejaba libros marcados con flores, y ella me los devolvía
dónde quería leyese, señalado con sus cintas de colores.
Pasaron más de cincuenta
años desde ese inicio, y aún hoy, le dejo libros marcados con flores lilas y
ella, aunque ya no se recoge el pelo con cintas, siempre encuentra
una para marcarme sus respuestas.
(Este texto pertenece a los "Relatos Jueveros", y esta semana la convocación
fue hecha por Dorotea desde su blog "Lazos y raíces".
Te invito a leer el resto de los participantes aquí!)
Es un relato muy bonito y una forma especial de mandarse mensajes.
ResponderBorrarUn saludo.
Una forma muy especial, y sentida Pikxi... gracias por tu huella, me encanta.
BorrarUn beso.
Tu relato juevero me ha encantado.
ResponderBorrarPasan los años y permanecen los recuerdos en la memoria.
Un besazo.
Creo que las cosas bonitas de la vida, quedan grabadas por siempre en nuestra memoria del alma.
BorrarUn besote muy especial Maria.
Hermosoooooo!!! y no pongo mas...simplemente es hermoso..
ResponderBorrarGracias Mirella, de corazón, simplemente gracias.
BorrarUn beso.
Qué linda historia!...tan llena de dulces sentimientos, muy apropiados para ser enmarcados por esas lilas del recuerdo!
ResponderBorrarUn abrazo
Creo que todos alguna vez hemos guardado algunas flores especiales, que han marcado un instante único, y que al verlas, nos hacen revivir.
BorrarUn besote Mónica.
Recuerdos hilvanados de libros, flores y cintas de colores... ¡Quién no quisiera tener un recuerdo amoroso como este! Me ha gustado mucho tu relato
ResponderBorrarUn abrazo.
Primero que nada, Bienvenida a mi playa Dorotea!!
BorrarGracias por tus palabras, tuve miedo no tener la inspiración adecuada pero bueno, algo salió!
Un beso.
Eres una romántica... Y esa forma de recordar lo que una vez enamoró y perpetúa...
ResponderBorrarMe los imagino todavía hoy buscando las palabras que hacen de ese mensaje una carta de amor.
Un beso.
Pues sí... soy una eterna y perdida romántica... qué linda imagen me has regalado con este comentario.
BorrarUn besote hermosa.
Estás hecha una romántica almita..esto si que es magia y no el watsap...me ha encantado..y es que se destila dulzura en cada detalle de tu texto...
ResponderBorrarun besote!!!
Sí, como que últimamente estoy muy moñas... veremos si en el próximos cambio registro! ...jajajajaja!
BorrarMiles de besotes Peque divina!
Que forma de amar me ha llegado al alma! Un amor que perdura con los años, donde no hay mayor alegria que ese encuentro, con distancia, diario.
ResponderBorrarUn amor que perdura... tal vez por la forma que ha empezado... o no, quién sabe, magia...
BorrarUn beso Molí!
Jo, que bonito... el simple gesto de dejar un libro, la respuesta marcada con una cinta del pelo... es un relato muy dulce y romántico Alma, que traspasa y llega... Y años después esa costumbre sigue en pie y los hace sonreír, esos recuerdos serán eternos... como algunos amores...
ResponderBorrarMuchos besinos...
Los libros, son tan significativos en las historias de amor... al menos en mi imaginació.
BorrarVos no te imaginás que alegría me das cuando dices que mis letras te llegan...
Muchos, muchos pero muchos besotes!!!
Una maravilla de relato lleno de ternura y que perdura en el tiempo.
ResponderBorrarEs que no sé porque con el tema "flores y colores" imaginé historia de amor entre niños...
BorrarUn beso Tracy!
Fueron unidos por los libros. Tiene mucho sentido.
ResponderBorrarMucho sentido Demiurgo, me encanta imaginar amores entre letras.
BorrarUn besote!
Pero qué sumamente tierno. Me derretiría si me hicieran un detalle así.
ResponderBorrarPrimero que nada, Bienvenida Maribel a mi playa, espero te sientas muy cómoda aquí. Y sí, el tema me ha inspirado ternura.
BorrarGracias por tu huella... un beso.
¡Qué bonito! un libro y una flor. ¿Qué más se puede pedir?.
ResponderBorrarUn abrazo
No mucho más Carmen, tienes razón!
BorrarUn beso.
Es lo que sueña todo romántico, perpetuar con el otro esas costumbres cómplices, también es el desafío del amor.
ResponderBorrarBesos dulces y gracias por tus visitas a mi blog.
Dulce... qué bonita sorpresa tu visita! Bienvenido a mi playa, espero te guste y te sientas tan cómodo en ella de hacerla un poquito tuya.
BorrarY sí, eso es lo que sueña todo romántico, y es inegable que parte de (mi) Alma lo sea, y mucho.
Visitar tu casa y leerte es un placer. Gracias a vos en cambio por tu huella en mi arena ...un beso salado como el mar.
Preciosa historia de amor con el aroma de unas campanillas atadas a la vida con lazos de colores.
ResponderBorrarUn beso
Rosa, me ha encantado la imagen que generaron tus palabras... gracias por sentirla así.
BorrarUn besote.
Me he sonreido imaginando a esos dos ancianitos con su juego secreto de mensajes en un libro. Es muy bonita y tierna tu historia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Será que yo ya me veo de viejita, con mis cuadernos llenos de papelitos de colores y cintas marca páginas, leyendo lo que un día tocó mi alma... y, aunque sea por un instante, me ha hecho feliz.
BorrarUn beso, y gracias por tu huella ibso.
Me gustan mucho las historias románticas,y esta que tu has escrito sobrepasa toda imaginación posible. Pero es bellísima. Un abrazo
ResponderBorrarGracias Montserrat, es que últimamente tengo mi lado romántico a flor de piel!
BorrarUn besote.
Morí de amor.... En un principio, me vino a la cabeza el nombre de "Flores robadas en los jardines de Quilmes", solo por asociación a tu "porteñez".
ResponderBorrarLa vida se hace de esos gestos sensibles, sentidos, hermosos, sencillos. Así me gustaría que estuviese construída mi vida. Por lo pronto tu relato tiene todo eso, y es un placer leerlo esta mañana de jueves "simulado" y martes verdadero.
besos Alma, desde acá nomás, bien cerquita.
Ainsss Casss... qué linda asociación de ideas! ...y sí, la vida se hace de todas esas pequeñas cosas, como decía Serrat.
ResponderBorrarBesotes Casss y de no tan cerca como crees, sino desde casi los Alpes italianos!